lunes, 29 de diciembre de 2008

Miguel´story. Pelusa Experience

Un bonito regalo de mi amigo Miguel.

1ª Parte .
El extraño caso de La Pelusa.

En proyecto:

A. Origen, desarrollo y metamorfosis de la pelusa.

B. Cómo fabricar distintos tipos de tejido con pelusa de cocina de compartidores de piso, jóvenes.

C. La pelusa, ¿vive en democracia, o en revolución constante?.

D. La jeta de Rajoy, ¿es idónea para crear borra pelusiástica?.

E. Últimos avances en la física de la pelusa.

F. Qué fue antes, el huevo o la pelusa.

Miguel nos irá informando.

sábado, 27 de diciembre de 2008

Boheme, campanas de boheme.









Hoy, es mi cumpleaños.

Pleamar, pleamor agridulde en mi bohemia.

Me los he comido, primero, al dente, después a dentelladas, los he roído y, ya raídos, están a punto de irse con la música a otro porte.

El aire que me airea y, en el que aún aleteo me indispone con los picados en pecado.

Bufa fiesta, ¡maño!, cada año hace más daño al fantoche que pasa horas muertas como un tontolaba repasando trapos sucios, haciendo mohines de huevon.

Ayer, estuve en la Mozart, viendo a Los niños del Coro, tañir La Boheme.

Al corro, jugaba anteayer; "y agachate, y vuélvete a agachar."

Yesterday, me cortaron el cordón angelical. ¡Angelico!. Les Choristes: ángeles cantándome the last kirieleison. Uno de ellos se atragantó y echó la pota.
¿Cuántas veces he metido la pata?, ¿Cuantas, me he metido en la puta?.

Ven aquí, conmigo, aún tengo existencias y, pío, y la implío.

Tengo los pies fríos y los meto en la tripa de cualquier tipa.

Hoy es mi cumpleaños, everyoung, neveryouth. Levanto mi capa y me paso la mopa por los ojos para barrer el antifaz de falso marengo: gray.

Eres gris plomo, por eso nunca hablarás en plata.

A buenas horas explotas, a los sesenta y tantos. Pretendes ser explosivo, excriborroneando poerismos.

Intento fallido, try again.

Maniaco sexagenario, ninfarricida de farra por farrucas.

Hoy, es sábado. Sábado de amapola, lindísima, de ronda en la noche. Cumpleaños acabado cuando vuelvas a casa en un autobús lleno de Nat King Koles, mientras se quiebra la luna al recordar tu primera amapola rojísima, tornada en Violeta...subida a la Parra.

¡Para!, paralítico cascarrabias chiflado, mongol estreñido.

Sol-y-lopio, añoso, cotorra adicta a los cotarros. Puro Lladró, buscón de efectos para lograr afecto.
Escultor de tuercelana, apocado del diablo, no hay defensa para tu Boheme.

Decrépito remedo de Aznavour, se te ve venir. Guarda éste epitáfeo:

I see you coming.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Mesonera de Aragón





Esta mañana, como es habitual, casi todos los bares estaban cerrados.
¿Dónde desayunar?, en el único bar que en mi barrio el día de navidad
estaba abierto. Un pequeño mesón de la calle Pradilla, atendido por una
dulce y servicial camarera, china.

-¿Hay churros?,

-No habel chulos, chulelia celada,

-¿Un cruasán?,

No hay cloasan, pastelelía celada, sólo magdalenas, muy licas.

Y mientras mojaba la magdalena en el café con leche, y repasaba el periódico de ayer,
ella, con el mismo garbo y desparpajo de una baturra, repetía a los demás clientes con los brazos en jarras y altanera:

-No habel chulos, ni cloasanes, sólo magdalenas, muy licas.

lunes, 22 de diciembre de 2008

¡Oh, Jakie!





Un grado bajo cero. Me repliego, me reduzco, me encojo. Reboso salud, Dios protege las articulaciones de los capullos.

Vengo del Carrefur de recoger una tele de ocho pulgadas, con tdt, lector de todo tipo de cds, dvds, mando a distancia y toda leche; con treinta cupones de El Pais y 99 euros, más 19 euros de taxi, más dos horas gastadas entre pitos y flautas. El precio normal sin cupones, 120 euros, pero me da igual. Me encanta coleccionar cupones de periódicos e ir pegándolos en distintos albunes. Es una ilusión enorme, me apasiona, me rejuvenece. Si no fuera por esa actividad me cosería a balazos las dos sienes. Es una experiencia religiosa. Tengo un montón de cosas horribles que no cambio por ninguna nalga de mujer. Que quede bien claro. Es lo que hay. Esos hijos de puta de los diarios, lo saben y, me ceban el vicio constantemente.

Ésta noche pensaba haber ido al Van Gogh, he escrito un poema lleno de palabrotas, pero desde que no viene Sor Amparo, nadie se me escandaliza, nadie se sonroja. Se quedan mudos como un bosque japones impenetrable. Me gusta ofender a la poesía, humillarla y darle de hostias. No concibo otra forma, ¡ah!, y odio los nenúfares afligidos que no dejan de llorar.

Me quedo en casa terminando, POPISM, The Warhol Sixties, ¡oh,Jakie!. Estoy aprendiendo un montón acerca de cómo organizar fiestas underground sin velvet, para nuestra Casa de Zitas.

Paco Peco, ese hombre pálido que gesticula de gusto con las arañas enloquecidas, ya tiene blog. ¿Te he dicho alguna vez que te quiero, Paco? ¿why not?. Pero sin mariconadas. No hay nada malo en querer a un buen tipo. Los dos somos machotes y quemamos zarzas a ver si se nos aparece alguna diosa que no use lencería color carne. Él, busca una piva enamorada de Lautreamont, yo la prefiero, loca por Rimbaud.

Ahora, me voy a poner a comprobar si me ha tocado alguna pedrea. El que juega más tiene más suerte, el que juega menos, más salud.

Hace frio, mucho frio.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Calle Santa Isabel


Esta es la calle.

La calle de la pasión, de la imaginación, del descontrol. Calle de pasos automáticos, transformadores. Callejuelas de actividades secretas que brotan del delirio:

lirismo borroso aún, pues falta la clarividencia de la producción.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Me están entrando tentaciones de hacer un minucioso informe, un detallado relato, de cómo fue el rodaje porno.

Si no lo hago, es porque creo que no será del interés de mis visitadores, quienes me consta que abominan de todo lo escabroso, y que preferirían una copia del discurso de Pericles, o de algún párrafo de Homero.

El estreno será en nuestra sede: La Casa de Zitas.

Se anunciará a su debido tiempo.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Ayer, grabé hora y pico del delirante show que en la biblioteca interpretaron los dos Fernández, Férnandez Mallo, y Fernandez Porta. Una maravilla de poema audiovisual, que todos seguimos con gran atención. Hora y pico de grabación que pensaba colgar aquí, para provecho de aficionados a estos líos poéticos. Pero no hay forma. Me dice que, o está apagada la cámara, o mal conectado el USB. Lo repaso, y todo está bien. Vuelvo a intentarlo y en la ventanita pone que no hay suficiente memoria. Borro archivos y compruebo los gigas que quedan. Hay, de sobra. Me crispo pero sigo en mi empeño. Nada. Como se me han terminado los DVDs, bajo al chino de la esquina y compro un paquete de diez, a ver si es posible pasarlo directamente al Verbatim, a través de Nero, desde la cámara al disco. Ni flouers. Sólo coge cosas si están en el disco duro. Fumo y pienso, ¿será posible?. Jadeo y me rindo. A cascarla. Si alguien da alguna idea que me solucione el problema mis hígados se lo agradecerán.

Tiro la toalla pero no muy lejos, volveré a probar.

Mariano Ibeas que ha comido muchísimos más libros que yo, en su blog, complementa, corrige y, perfecciona con sus magistrales conocimientos los refilones de mis vacíos crónicos acerca de lo que debe ser una crónica. Yo, no conocía al Merlot, ese y, él lo aclara de forma impecable.

Parece tan sencillo todo.

Ésta tarde, reunión con Sagrario Manrique y la panda, para el rodaje de una peli, porno. Yo, tengo que hacer de Nacho Vidal, por lo tanto, sobre las seis me tomaré una Cialis para favorecer el flujo sanguíneo del circuito bulbouretral.

sábado, 13 de diciembre de 2008


Care Santos, también se pregunta, " Qué hay más allá de la luz " le gusta meterse porlojondo.

No lo sabe, pero trata de saberlo desarrollando una historia de "dignidad final".

Care, es la más prolífica y trabajadora de la mesa, nada menos que una treintena de libros escritos.

viernes, 12 de diciembre de 2008


A Carlos Castán, le decepciona, o le inquieta, o le apasiona la idea de averiguar por qué se esfuman los sentimientos que un día tuvimos por alguien y que a ese alguien también se le hayan escurrido por el colador del tiempo.
Luis García Jambrina. Especialista en muertos y aparecidos. Sin quitarse el abrigo ni la bufanda, ha confiscado un instante para crear una burbuja de intriga esotérica, mencionando a Philip Marlow, cuyo espectro, según él, vagaba por allí. Y era cierto. Mariano Ibeas y yo, lo hemos visto.

Eloy Fernández Porta, lee un telediario en el se da cuenta del descubrimiento de un bloguero que existió en la edad de piedra.

Un cachondo postirónico, bastante lúcido, tratando de hacer coherente un relato desquiciante.








Agustín Fernandez Mallo, point of order.

Me ha hecho mucha ilusión tenerlo ahí, en carne mortal, un peso pesado de la poesía a pesar de su aspecto, mosca. Yo, he hecho una pregunta absurda que lo ha mosqueado.

Mi héroe.

"Así es la luz del tragaluz que parpadea en el ano de la gorda."

Viene a decir.

La piedra pómez es un mineral de luz y, el principio de superposición basado en soluciones particulares a un problema: cada capítulo, un solución, y así. Su literatura está hecha de soluciones. Se le nota que es físico, el tío es un experto en ecuaciones.

Qué guapos, los happening literarios que organiza Manuel Vilas.

Que rancias, las autoridades culturales que no ponen a disposición de los ponentes, limusinas para llevarlos y traerlos.



Jorge Carrión

Robert Juan Cantavella.

Dos jóvenes escritores, brillantes.

El primero, preocupado por la ficción de la realidad, (o al revés, no me acuerdo muy bien) en todo caso creo que es un adicto a Muchoviaje.com, o sea, que le gusta escribir libros de viajes.

Al segundo, es la amnesia y la materialización de lagunas mentales lo que le ocupa, o quizá no es nada de eso y la laguna es mía. La culpa la tienen ellos por rechazar el micro. No se entiende nada en mi grabadora.

Ésta minicrónica la tengo que maquetar en varios post, porque si no, se me amontonan las fotos, por lo tanto, dénle a la flechita de la derecha.

martes, 9 de diciembre de 2008

Eso, no tuvo perdón de Dios.
Me he dicho muchas veces,
todos los días, todas las noches.
Y me lo seguiré diciendo.
Por qué hice lo que hice,
y me cuelga la lengua un palmo.
Mi lengua ya es una raqueta;
el muro de las lamentaciones.
Me la trago
para fregarme por dentro
cuando la siento estropajo,
y restrego muchas veces,
todos los días, todas las noches.
Y seguiré fregando
hasta llegar a Dios,
que soy yo,
y yo, no me perdono.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Envíame un relato, ¡ya!, decía el comentario de Fernando Sárria, en mi blog, hace dos o tres semanas. Yo pensé, vale, algo se me ocurrirá, algún cuento seré capaz de estructurar e ir narrando palabra a palabra. Han pasado los días y al repasar lo que tenía guardado en “mis documentos”, no me ha gustado nada de nada. No sé porqué guardo toda esa bazofia. Son como medicamentos caducados que en su día cumplieron con su misión de amortiguar un vacío espiritual, de calmar el dolor de un aburrimiento, de atacar el virus de alguna curiosidad malsana y repentina, de exacerbar el síndrome de estocolmo crónico que padezco conmigo mismo, o de anti inflamar frecuentes contracturas en las cervicales del alma, pero que ya han perdido toda su efectividad laxante.

Como Fernando es uno de los pocos tipos entrañables a los que adoro, una de esas personas con las que sin tener relación constante, ni coincidencia de personalidad, respetas, porque cuando lo ves, inspira confianza y se te gana a golpe de jovialidad, transparencia y autenticidad, me pongo a la faena procurando exprimir mis “gossos modos” a ver si sale algo armónico, profundo y, esmerado.

Normalmente nos encontramos en presentaciones de libros y actos poéticos. Lugares por los que además de aficionados sinceros y sencillos a la poesía, desfilamos, deshechos de tienta, gente del hampa, actores secundarios, genios incomprendidos, pedantes de cuarta y, fantasmas onanistas.
Adivinen a cuál pertenezco yo.

Pues bien, en uno de esos encuentros, -y ésto lo juro por el azufre que respiraré eternamente cuando la palme- después de tomar unos vinos con otros fugitivos de la realidad, Fernando y yo, a lo que quisimos darnos cuenta, saliendo del enfrasque de una conversación más o menos irrelevante, una charla de barra salpicada por sus risotadas ante alguna de mis empanadas de perro viejo, miramos a nuestro alrededor y...

-Qué cabrones, se ha ido tododios. Pues yo, me voy también que estoy falto de sueño. Dijo Fernando.

-Vale, que te den. Dije yo.

-Cuídate, campeón, me deseó él, mientras se desabrochaba el cuello de la camisa y nos estrechábamos las manos.

No habían pasado ni dos minutos desde que me quedé sólo en Bodegas Dalmau, cuando una mujer de porte refinado, de unos treintaitantos, dirigiéndose a mi, decía algo a lo que no atendí porque mis ojos se clavaron en su escote, creyendo que la voz partía de allí, del esférico revestimiento de sus pulmones. Tenía una pinta estupenda; alta, media melena rubia, ojos grandes y azules y, labios altivos e indiscretos que dejaban ver una canana de blanquísimos dientes.

- Perdón, ¿decía, usted?.

-Decía, que si es amigo del señor que estaba con usted y que se acaba de ir.

-¿Lo conoce?.

-Yo a él, sí. Él a mi, también, pero ha pasado algún tiempo, estábamos muy borrachos y lo más seguro es que no se acuerde de nada.

-Pues vaya, ¿y?, ¿por qué no se ha acercado antes a saludarlo?.

-Era peligroso. Miedo. Me gustaría ser como una de sus hormigas, no cejar, no temer, insistir. Me conformo con recordar las horas que estuve con él. Fue en París. Coincidimos en una librería del Boulevard des Italiens con el mismo libro de Camus en las manos, era La Peste. Nos miramos nos reímos y me invitó a cenar en una de las barcazas de El Sena. Yo estaba y estoy casada y él también.

-Veo que le sigue la pista, me refiero a su mención de las hormigas.

-"…y me apoderé de tu piel y tu deseo,
derribando la humedad de tu cautela…"

-Tengo su libro, como ve. Entro en sus blogs aunque nunca comento nada, la entrevista que le hizo Antón Castro, la he visionado en Youtube miles de veces. Vivo en Santiago, he venido con mi cuñada a La Expo y, oh, casualidad. He estado intentando que no me viera, todo el rato.

-Y lo ha conseguido.

-Sí, pero, perdóneme, no he podido resistirme a preguntarle por él, tengo poco tiempo, ya le he dicho que estoy con mi cuñada, me inventaré algo para justificar esta conversación.

-Bien, lo entiendo, ¿quiere que le diga algo?.

-Que sepa que lo veo, que le leo, que no me importaron sus dificultades de erección, era comprensible por el alcohol, tampoco la peste de sus calcetines, (gracias a La Peste, de Camus, nos conocimos, ¡jeje!) ni la molesta raspadura de su barba entre mis piernas, ni que estuviera todo el tiempo recitándome poemas de amor, que he quedado petrificada al verlo, que soy una cobarde, que lamento la herida que le hice con mis dientes en el escroto, que es adorable, encantador, suave, delicioso y, sueño inalcanzable.

-Bien, ¿y cuando le haya dicho todo eso?, porque a lo mejor le gustaría saber lo que él opina de usted, si se acuerda.

-Seguro que se acordará, de hecho, lo tiene que hacer cada vez que se la coja para orinar o para cualquier otro menester. Ésto le inspirará un gran poema y lo escribirá, como sólo él sabe hacerlo. Yo lo leeré, y sabré que me lo dedica a mi. Con eso me basta, (por ahora). Me tengo que ir, encantada y un millón de gracias por su paciencia.

Y allí me quedé, viendo como salía del Dalmau, agarrada a su cuñada del brazo y me obsequiaba con una maliciosa y delicada sonrisa de complicidad.

¡Qué historia!.


Cómo no he visto a Fernando Sarria desde entonces y le debo un relato, qué mejor cuento que éste hecho, el cuál, juro por el incienso de mi sangre que ocurrió y, al que sólo falta ponerle, música de fondo, una fotografía de París y, otra de una pareja de amantes queriendo y no pudiendo quererse.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Que discurra, que piense, que acumule ideas para la "house of assignation factory."

Me dice Sagrario.

Se me ocurren muchas, pero se me caen con un ruido sordo. Como si estuvieran muertas antes de nacer. Vienen, se alejan y me dejan plantado.

Una, recién fenecida: New Zeta Times (magazine).
Otra, rebautizar las calles, como en Nueva York.

Así, el Paseo de Independencia sería, la 5º.
El Coso, la 10. La calle Alfonso, la 57. Manifestación, la 29. Y en ese plan.

Broadway, sería El Tubo y aledaños. East Side, Torrero, y Manhattan, el Áctur.

Y nuestra Party House, en medio. Con muchas fiestas llenas de gays pintores, gays, poetas, gays, músicos. Todo muy elegante y sombreado por miles de velas.

En una de las habitaciones habría siempre una bella durmiente a tiempo parcial, lesbiana y japonesa, que se pareciera a Yoko Ono, o también podría ser de Cuenca y proponérselo a Ana Manzana, aunque no es lesbi-ana, -creo-. En fin, no sé. Todo ésto son ideas con muy poco tirón, por eso se me caen.

La Party House Gallery, en el East Village, cerca de El Pilar. Los mejores creatures de Jazz de Zeta, -todos, barrocos y gays-, amenizarían exposiciones abstractas de artistas de las que abstraen y substraen.

Yo, haría una colección de vestidos cortos y chillones para las chicas, que irían con pelucas lacias y brillantes, a las que también rebautizaríamos. Todas se llamarían, Dorothy. Ruth, Barbara, etc.

Park Avenue, sería El Parque Pignatelli. ¡Oh, Dios mío!, parece que lo estoy viendo. Aunque también podrían ser las riveras de Ebro River.

Pero..., me falta Harlem. Dónde coño sitúo Harlem.

lunes, 1 de diciembre de 2008







L’important,
c’est la rose,
l’important,
c’est la rose,
l’important,
c’est la rose,
crois-moi…



Importancia, déjame burlarme de tí, importancia.
Es que tengo ganas de tomarme a chiste.
A mí me engendraron por casualidad, para mi madre, aquél hombre era importante,
para él, ella, sólo un polvo, unos tremendos polvazos con una preciosidad de mujer.

A mi me parió una rosa enamorada de un ornitorrinco imbécil.
Pesé cerca de cinco kilos y al verme tan grande, el pájaro voló.
Luego creo que se convirtió en búho, después en cuervo, y por último en grajo.
Lo importante para la rosa era el temblor de su pequeño escaramujo.
Es sencillo cómo ocurren las cosas, no sé que opinarán ustedes, pero para ganarse unas pesetas, la rosa tuvo que hacer de ama de cría de otro crío.

A mí me ponía en la teta buena y al otro en la teta atorada.
Yo me crié hermoso y grande y el otro, raquítico y roñoso.
Todo es cuestión de leches. O leche de ornitorrinco imbécil, o leche de falangista facha. Leche de polvazo, o leche de hiena azul con la camisa nueva.
En aquella época, para la gente, la rosa, era la puta que me parió
y no me dejó en el hospicio como quería el búho, como quería el cuervo, como quería el grajo.

Ahora, la rosa, a punto de cumplir noventa años, habla por los codos, me mira con orgullo, y me recuerda a mi hermano de leche, el raquítico.
Y yo le digo, ¿Cual es tu teta más importante?, ¿de qué teta le dabas de mamar al canijo?, y ella me contesta sonriendo maliciosamente. -Su padre me obligaba a darle de la teta derecha, pero eso no era lo importante, lo importante fue el ornitorrinco
imbécil.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Yo podría hacer de este blog un lugar hiperfrecuentado, megafamoso, supercomentado, me sobra talento para meterme en el bolsillo a todos esos seres que van de blog en blog buscando esencias y sabores contemporáneos; caldillo de entraña de escritores espontáneos, de mártires periféricos que invadimos la red con repertorios eclécticos, sujetos por incomprensibles razones a llenar de mierda leíble el cristal de las computadoras , que deambulamos por ésta Mandrágora de mandrágoras que son los blog, escribiendo chorradas. Eso, por debajolagarra, sin sudar demasiado, como si tal cosa, ¡lo juro!.

Yo podría reinventarme a mí mismo, queridos visitantes y lograr ingente cantidad de comentarios cortos, laudatorios, como: "eres el puto amo", "eres pura sensibilidad", "beso tus pies", "no puedo contener el éxtasis", me quito el sombrero", "qué elegancia, que belleza, que perfección, qué maestría". Beberme el corazón y el pubis de todas las blogueras, que se masturbaran a mi salud, que alcanzaran todos sus orgasmos pensando en mi, o que se suicidaran por no poder besar mi frenillo inferior. Que tuvieran ataques epilépticos, ¡que se cagaran de gusto mientras yo alzaba la hostia consagrada de mis post. Eso está chupao, ¡vamos, sin inmutarme!, lo que yo te diga, sin moverme una miaja.

Yo podría quemar la blogsfera o blogosfera, y observar como Nerón, el incendio global, desde los pinares de Puerto Venecia, y a falta de cítara, o lira, tocar en mi bandurria los sitios de Zaragoza, mientras se multiplicaban los relámpagos de las explosiones de todos los portátiles comprados en Media Mark, -que "yo no soy tonto"-. La madre que me parió, que bueno podría ser si quisiera. En serio, detrás de toda ésta insulsa cháchara, en el revés de todo éste artificio sin pies ni cabeza, hay un talud de talento que pugna por avanzar, pero que se detiene en seco antes de meterse en camisa de once varas.

Yo podría crear turbulencias en el lugar exacto de todos vosotros, ataros ferreamente al veneno de mi fantasía, haceros viajar en el camuflaje de mis plumas, volveros locos, asfixiaros en los Andes de mi razón. Eso, dormido, con un mano -aunque no soy vasco-, con la minga, sin despeinarme, sin mover una ceja, lo que yo os diga.

sábado, 22 de noviembre de 2008





Siempre he tenido facilidad para tocar instrumentos musicales. Cuando tenía seis años, mi madre me compró una bandurria y aprendí a tocar de oído La Vaca Lechera, después, Los Sitios de Zaragoza. Esto me proporcionó cierta soltura con las jotas, y la música popular italiana; Torna Sorrento, OH,Sole mio, etc.

Años más tarde me compré una guitarra y practiqué música de Gardel, un popurrí de tangos sin ninguna regla de solfeo, cada nota que aprendía por mí mismo era un descorche de felicidad, la impagable sensación del descubrimiento casual, mis dedos atinaban a la primera cuando buscaba el traste de la guitarra. Después, con el teclado, la locura; Blues, Jazz, boleros. Pero sobre todo, canciones italianas.


Jimmi Fontana me proporcinó con su balada, Il Mondo, material suficiente para dar la tabarra a todo aquél que no tuviera dioptrías en el oído y, Nicola Di Bari, con - Chitarra suona più piano, excusa suficiente para quedarme sólo, huían conmovidos por mi virtuosísmo melódico y yo degustaba aquellos mómentos desérticos de gente, pensando que la música y yo, estábamos hechos el uno para el otro.

viernes, 21 de noviembre de 2008






Se ha presentado en el Fnac un libro de relatos con una temática original y atractiva. Se titula VIVO O MUERTO Cuentos de Spaghetti-Western, de Tropo Editores.

He ido a las cuatro a por él, y a las siete y media a la presentación. Empiezo por el relato de Manuel Vilas,- sólo llevo dos hojas-. Después seguiré con el de Patricia Esteban porque les he preguntado si salen coristas de Saloon y, han dicho que Patricia sí que saca coristas. Los otros autores que trasplantan relatos al libro son, Francisco Casavella, Felipe Benitez Reyes, Norberto Luis Romero, Oscar Sipán, Hilario J. Ramirez, Mstio de los Santos, José María Latorre, y Carlos Castán

Vilas, parece ser que sitúa a Sergio Leone en el purgatorio y allí, alternando con Akira Kurosawa, con Igmar bergman, John Ford, Hitchcock, Buñuel, Antonioni, y Picasso, ¡perdón!, -veo que también habla de Charles Bronson- cascan de cine, -quiero decir que tratan de, no que se expresen maravillosamente.

No sé que dice porque ahora no tengo tiempo de seguir, pero el Bronson, Mola. Me sabe a Jack Palance, en basto, a Burt Lancaster, en feo, a Ernest Borgnine, en guapo, y a Anthony Quinn en impasible.
Doberka, me ha dicho que tiene un blog. A ver si me da la dirección. Mientras, busco algo de Morricone para entrar en situación.

miércoles, 19 de noviembre de 2008





Hace un rato, aquí, en Cuellar, un autobús, concretamente el 33, se ha saltado el semáforo en rojo, del paso de peatones, en el que yo aguardaba con mi perro Genaro para entrar en el parque Pignatelli. A toda leche, a toda hostia, a todo gas. No ha pasado nada porque nadie se ha precipitado a cruzarlo. El cierzo ha diluido media docena de frases soltadas al unísono, gemelas, idénticas, clonadas. Frases reactualizadamente dignas, pero de corta travesía que el viento ha despojado de su contundencia sonora: "hijoputa", ha dicho una señora con cierta timidez através de su bufanda, que ya había adelantado un pie, "hijoputa, hijoputa", ha repetido un muchacho de unos catorce años tirando de la correa de su chucho, "hijoputa", se ha adivinado en algunos labios de los que esperaban al otro lado, "hijoputa", he mascullado yo.
Bien, pues Paco Peco, me dejó hace unos días en mi correo éste poema que trata de la cabronada que supone perder a alguien porque un hijoputa ha troceado su estampa hasta convertirlo en sombra.




Ocurre con frecuencia
que las sombras
son atropelladas
por autobuses urbanos.
Destrozadas:
Escuchan el susurro incesante
del tiempo, el rumor de lo acontecido,
el último gemido de la madrugada.
Descansan en el recuerdo de la forma,
en la pared desconchada de la memoria.
Merodean, cargadas de imágenes
se hacinan en las ventana
viendo el espectáculo de nuestra vida,
que hiede a plástico y a colonia barata
de entidad bancaria.
Por la mañana vuelven a tumbarse allí.................
donde sucedió todo, allí en el reino
de los zapatos huérfanos,
en las calles cortadas, - de momento- allí en el tumulto de mediocres con bolsas en las manos, bolsas que contienen zapatos esperando que alguien, algún día sea capaz de frenar a tiempo.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Raymond Chandler, en una carta dirigida a Bernice Baumgarten, agente literario de novela negra, le decía:

"Hace tiempo que me he persuadido de que lo que hace aburridas a las novelas policíacas, al menos en un plano literario, es que los personajes se extravían cuando ha transcurrido un tercio. A menudo, la apertura, la puesta en escena, el establecimiento del trasfondo, es muy bueno. Pero después la trama se espesa, y los personajes se vuelven meros nombres. Bueno, ¿qué puede hacerse para evitarlo?. Se puede escribir acción constante, y eso está muy bien si uno lo disfruta. Pero lamentablemente uno madura, uno evoluciona, se vuelve complicado e inseguro, uno se interesa en los dilemas morales más que en quién le rompió a quién la cabeza. Y en ese punto uno debería retirarse y dejarles el campo abierto a hombres más jóvenes y más simples, si no, uno empieza a imitar a sus imitadores."

Dilemas morales. Qué putada.

No estoy de acuerdo. Muchos jóvenes se atormentan igual o más que un veterano a la hora de desritualizar un trabajo artístico.

Aunque es verdad que el gusto se educa con escepticismo y capacidad para aburrirse de las cosas aburridas.

Pero...

A mí, me gusta que en la novela negra, el escritor se enrolle y, haya matones, palizas, asesinatos, secuestros. Y sobre todo que meta muchas comparaciones metafóricas y descripciones de la personalidad de los personajes.

A mí, me parece que Raymond Chanler, cuando dijo esas cosas tenía ya la edad ruin. La edad ruin, llega a partir de los cincuenta más o menos. Se empieza a despreciar lo que hace gente más joven de pura envidia. Uno se infecta de pelusa al descubrir que mientras tu talento ya ha dado todo de sí, algún chiquilicuatre aniñado de veintipocos es capaz de lograr cuajarones de éxtasis en la gente, con su inventiva.

A mí, me afecta mucho. Yo ésto lo sé ahora. Porque mi odio hacia los jóvenes virtuosos, ¡maldita sea!, hace tiempo que raya en lo patológico. Me dan tanto asco esos cabrones tan listos, como el fibroma mental del tamaño de una paletilla de jamón de los puretos que fingimos despreciarlos.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Tengo encima de la mesa un Cultural, en el que conmemoran diez años de no sé qué, y del que sólo he leído un relato de Montero Glez.

Tengo un ensayo de Julián Ríos, titulado Quijote e hijos, un libro de conversaciones de Philip Roth, El Oficio, y la Poesia Completa de Sylvia Plath.


Tengo que contestar a un mensaje de Sagrario Manrique, diciéndole que sí, que iré a esa cena del día veinte.


Tengo en el pensamiento un pensacierto, que ésta noche no tengo el cuerpo para fríos. Hay cierzo helador y no hay nada ahí afuera que me entusiasme lo suficiente para salir.


Tengo fundados motivos para estar contento. Hoy me he dado cuenta de la grandeza de mi insignificancia. Soy capaz de percibirme a trozos, notar algunas zonas de mi estructura física, que viven en mi, que han estado siempre conmigo pero que apenas se han dado a entender, quizás por timidez o prudencia, el caso es que nunca les he hecho demasiado caso hasta el lunes que empecé a toser. Cuarenta y cinco años fumando y el médico me ha dicho que mis pulmones pueden filtrar otros cuarenta y cinco años de humo.

Tengo que descubrir qué es mejor, descubrir o recubrir, olvidar o recordar, leer o releer, querer o requerir, saber o resabiar, vivir o revivir, escribir o desistir.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Ayer me dejó boquiabierto, Juan Francisco Ferre, en el acto que Manuel Vilas organizó en la Biblioteca de Aragón para debatir acerca de la Nueva Narrativa, por su facilidad de palabra, por la meridiana claridad de sus planteamientos y por su habilidad para zafarse con destreza y elegancia de las torpes cuchilladas que le lanzaba Félix Romeo. Duro pellejo, el de J. F. Ferre, no le pasaba una.
Y eso caló en la gente, (escritores y profesores de literatura) a quien era difícil embaucar a base de morro. De todas formas hay que reconocer que el rifirrafe contribuyó a hacer más divertidas las exposiciones. Juan, no era una presa dispuesta a acojonarse ante los obvios trucos verbales del basilisco Romeo.
Dicho lo cual, yo, sí que noto la diferencia entre sísmicos aguafuertes, ironías, galimatías, prodigios cuaresmales, y cacofonías de la llamada, generación Nocilla, y la enraizada narrativa al uso y abuso de formas oxidadas de narrar.
Se dijeron muchas cosas interesantes. Julián Rodriguez estuvo brillante en su exposición de datos de editoriales y estructuró con perfección su convencimiento de que no hay nueva ni vieja narrativa, todo es válido si hay calidad.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Me gustaría ser negro, o ser gay, ser algo de lo que sentirme orgulloso o indignado en éstos días.

La victoria de Obama ha henchido desde lo más hondo el pecho de los negros y ese subidón es impresionante. Hoy por hoy la raza negra es la mejor raza de todas la razas. La noche mítica del 4N marca un antes y un después en la fusión del color de la piel, en las aspiraciones de los ninguneados y bla, bla, bla.

Las declaraciones de la Reina Sofía a través de una escritora oportunista, han cabreado a los homosexuales y cambiado (a peor) su imagen, que debería ser como el agua, (inodora, incolora e insípida). La cagó, la reina madre y ese impacto ha proporcionado a los maricones, motivos para que esa ilustre dama, les caiga como el culo, ejem, bueno, no quiero decir que un culo les caiga mal, ya me entendéis, y bla, bla, bla.

El caso es que como ni soy negro ni bujarra, me da igual todo. De tensión arterial, 12/8, o sea, normal, no me afectan sorpresas ni sobresaltos, nervios de acero y, un estómago poco proclive a la náusea y, la planicie de mi inconsciente, alcanza límites insospechados de desarrollo, y bla, bla, bla.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Uno de los alicientes del ordenador es que te obedezca con celeridad, que siga tu ritmo y que no se llene la pantalla de mierda publicitaria enviada por esos hijos de la gran puta que son los hackers. Mi computer necesita un fumigador experto, esto acaba con mis nervios. Cada vez que lo enciendo se llena de errores. Gracias a todos por seguir entrando pero esto da asco, voy a cortar por lo sano, ¡a la mierda!, tanto esperar a que cargue resulta cansino. Me dan ganas de estamparlo. Me siento estúpido aquí delante y me jode tener que llevarlo a formatear.
¡Ala, zanjada la cuestión!. Me cago en sus muertos.

sábado, 1 de noviembre de 2008

La oficina del cementerio no abría hasta las cuatro de la tarde. Eran las tres. Iba a llevar flores a mi padre, a mis abuelos, a un hermano de mi madre, y a mi suegra. Como siempre me armo un lío buscando los nichos, suelo recoger un plano del camposanto pues soy incapaz de recordar cada uno de noviembre los sitios exáctos y marea ir de manzana en manzana al tun tun. Todas son iguales y, si bien he adquirido la costumbre desde hace seis o siete años de realizar esa visita sin fallar uno sólo, tardar más de lo necesario me cabrea. LLego, limpio la lápida, si hay que limpiarla, pongo las flores, me quedo mirando los nombres unos segundos, y me voy. Pero hoy no me ha quedado más remedio que hacer tiempo y lo he empleado en fisgonear lúgrubes panteones con esculturas de cristos, vírgenes y ángeles, fechados desde mil ochocientos y pico, tumbas de los años veinte, y capillas de los cuarenta y sesenta. Alguna vez he escrito acerca de la poca imaginación a la hora de redactar epitáfeos curiosos. Estoy por crear una franquicia y alquilar unos pocos metros en grandes superficies.

-SE HACEN EPITÁFEOS PERSONALIZADOS, ÜLTIMAS SINCERIDADES.

-Haga que el día de Todos los Santos la gente que le conocía le recuerde comprensivamente y la que no, le envidie por gran su sentido del humor.

Ahora con la crisis, hay que discurrir y al negocio mortuorio se le puede sacar mucho partido.

LE FALLARON LOS FRENOS AQUELLA MADRUGADA A MI ERECCIÓN DE CABALLO
MIENTRAS MI NOVIA ME HACÍA UN TORNIQUETE CON LA BOCA
Y YO CERRABA LOS OJOS DE GUSTO.

NO NECESITABA GRAN COSA PARA VIVIR, EL ALQUITRAN DE DOS PAQUETES DE TABACO
DIARIOS Y LA MELODÍA DEL SAXOFÓN DE MIS BRONQUIOS FUERON CONFIGURANDO
MI ASPECTO ACTUAL.

NUNCA SABRÉ POR QUÉ, NO ME ENTERÉ DE NADA, TAMPOCO SÉ SI ÉSTE ES MI CADAVER
PORQUE NO TENGO NI LUZ NI ESPEJO.

ME PASÉ CON LA VIAGRA.

NECESITABA CAMBIAR DE AIRES.

MALDITA SEA, LA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA FUE UN FRACASO
PERO LO QUE PEOR LLEVÉ, FUE EL HEDOR DE LA HALITOSIS DEL CIRUJANO.

CADA DÍA ME NOTO MÁS DELGADO.

Porque se habla mucho de epitáfeos famosos, pero yo, aquí en Zaragoza aún no he leído ninguno.

Tambien podría crear una tienda virtual por internet: www.epitafeoscachondos.com.

¿A que es una idea cojonuda?.

sábado, 11 de octubre de 2008

Será la lluvia, será un día tonto, ¿qué será?





Desde la frágil impertinencia de los recuerdos más ñoños,
y cuando menos se espera, acuden posos fosilizados
de romanticismo musical que cobran vida y, te asaltan
con su runrún obstinado y pegadizo.
No puedes hacer nada por evitar que suenen dentro de tu cabeza.

No sabes a santo de qué , pero el caso es que se instalan
en el cerebro, de golpe, al menos a mí, me pasa.

Hoy, víspera de El Pilar, lo lógico es que de los terminales
axónicos hubiera surgido el martilleo de una jota,
"Pulida Magallonera" por ejemplo, que es la que más me gusta
y encima me traería maravillosos recuerdos cercanos,
de una encantadora mujer, morena y dulce, con la que tuve
emociones de mar, relax de montaña, tarareos de carretera y,
que siempre estará codificada como estímulo des fermentador en mis escasas neuronas.

Pero no, no han sido jotas, me he despertado con Dany Daniel,
un estupendo cantante que hace treinta y tantos años componía
temas de amor y los cantaba con un gusto impresionante,
¡sí, de acuerdo!, será que tengo el día tonto, pero es que hoy
se me ha metido en la plegadura de algún neurotransmisor y
me siento invadido por algún tipo de paranoia frenética.
Después la cantó, Julio Iglesias pero ese no me obsesiona nada.
Es esa tonalidad natural, bien cincelada, pero exageradamente
melancólica de Dani Daniel,esa melodía sin compás la que
me contagia algo de neurosis o esquizofrenia mohosa.

¿Hay algún psiquiatra por ahí?, ¿debo leer a Freud?,
¿Ver alguna retrospectiva de Woody Allen?.

Psicólogos argentinos y Bernabé Tierno, abstenerse.

domingo, 5 de octubre de 2008






















"Tiempos aquellos en que el tambor del revolver de los mafiosos servía de batería a la orquesta de Tommy Dorsey en la que cantaba el auténtico Sinatra"

Con éste párrafo termina Manuel Vicent su artículo de hoy domingo en la última de El País y con él, se me ha caído un mito.

Sí, porque es una copia chapucera del estilo de José Luís Alvite, impropia de don Manuel. Un hombre tan meticuloso, tan personal, tan normal. Una bendición de escritor al que yo admiro, pero hoy se me ha caído cuarto y mitad del respeto que le tengo al dejar que se le vea el plumero.

Para mí, escribir, es un acto de magia. El escritor usa trucos, copia registros, mezcla palabras, se inspira en, y escarba en el saco de la inventiva para no repetirse demasiado y si intertextualiza, lo hace exterminando las palabras ajenas.

Debería darle vergüenza don Manuel, es más, yo la siento por usted. Va a ser menos placentero leer sus artículos admirando con reservas, su maestría. Me ha avinagrado el domingo, ya no creo en nada. Creía que sólo yo apestaba a refrito, que sólo yo era tahur, un impúdico triturador de frases para usar su puré y hacer otras croquetas, que sólo yo carecía de principios, de talento, de romanticismo, de amor propio, de inteligencia, de creatividad, de destreza, de honradez, y que debía seguir la estela de los genios en estado puro si quería reformarme y aprender, pero me ha hecho polvo, don Vicent, se me revuelve el estómago. ¿Qué le costaba haber puesto unas comillas?, ¿eh?, ¿qué le costaba?.

jueves, 25 de septiembre de 2008

aunque me joda

Soy viejo
aunque me joda reconocerlo
pasar de los sesenta
es ser un viejo.
Me conservo bien
y casi no hablo de mis tiempos jóvenes
como hacen todos los viejos;
-yo hice esto o aquello,
-yo fui allí o allá,
-yo era así o asa
y tuve tanto y cuanto.
Pero tengo un problema
no me siento viejo,
no me sienten viejo,
no me resiento, como un viejo
y a veces
actúo como si fuera un joven
sin pudor del ridículo
que hace mi pellejo
que aunque me joda reconocerlo
es viejo.

lunes, 22 de septiembre de 2008

casi vivo, casi muerto.

Coronado de poetas que se resisten
a olvidar al poeta muerto,
los poetas leen al espectro, cosas que él escribió
cuando la muerte sólo era tema de vivos,
porque la muerte no existe para los muertos.

Un poeta, como comentario previo a su lectura,
dice algo profundo y dudoso,
"Lo muertos no están del todo muertos
ni los vivos, del todo vivos";
¿pensamiento de un no totalmente vivo
como homenaje a un no totalmente muerto?.

Así es la cosa, un lío, durante unas pocas horas
el casi muerto está en el temblor de la voz
del casi vivo que usa las palabras aún vivas del muerto.

En primera fila, una silueta negra, triste e indefensa
llora terriblemente, porque cuanto más lo viven los vivos
ella lo siente más muerto.

martes, 16 de septiembre de 2008

A.D.N.

Paco Peco, ha venido esta noche de puntillas, lo sé por éstos coagulos que ha dejado a modo de versos, lo ha hecho sin hacer ruido para no despertarme.

Él es así. A sus jóvenes manos les falta mundo, pero tienen dedos largos y ágiles; son manos de asesino en serie. Que yo sepa, ya se han cargado varias tardes de domingo aburridas y una ingente serie de noches angustiosas, empleando el mismo modus operandi, con el sigilo de una avispa y la precisión de un cirujano, pincha en el lugar exacto, allí donde el aluvión de ideas inmoviliza las horas, y es justo por ahí, por donde logra extraer el corazón a una corazonada.

Deja siempre un pequeño rastro en el que está su inconfundible A.D.N poético.






No puedo:
ni con espacios adquirirme
ahora, voy cazando eclipses
despellejo sombras
en el tren que me devuelve a la estación brumosa.
Dejo gotas de luz,
un reguero de diminutas luces
en vagones espasmódicos.
Cruzo la puerta
que divide la vida
con dos vueltas de llave.
Estuve charlando con Dios
y me metió mano.
Quiso convertirme y le besé en la boca.
Yo era el hombre gótico
desafiando al aire.
En otro compartimento viajaban muertos
a los que dejé mi esperma.
Dios llama a mi puerta porque soy su Dios,
la última esperanza que tiene
la noble necesidad del cuerpo.........
La enfermedad sigue recorriendo las piernas
en un apeadero siniestro.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Implicación




No es nada fácil hacer poesía acerca del maltrato sin caer en la mamarrachada del panfleto, o en la vulgaridad del sentimentalismo barato.

No somos superhombres ni supermujeres y el amor, es el único malestar cuya hinchazón no se desinflama con un ibuprofeno.

En todo caso, dentro de esa locura transitoria, hay casos en los que por él, alguien es capaz de hacer de punchingball y hasta de cadáver.

No quiero frivolizar ni ser zafio, por lo tanto sólo diré que sobre el cráter de muchos volcanes, en el altar mayor de muchos sacrificios, o en la celda compartida de muchas parejas, late la pasión suicida. Ésta casi siempre comienza como abnegada abdicación del yo, y termina como total dedicación a joderse la vida mutua-mente: (véase, continuas visitas a la mutua de accidentes)

Decía Hitchcock, que cualquier sacerdote en posesión de la confesión de un asesino, está implicado en los hechos, bueno pues en éste poema, la autora implica no a un simple cura, sino a todo un obispo, esperando la absolución y su visto bueno de lo malo, (o al revés, no sé) y ahí radica esa mezcla de gozo, remordimiento y penitencia anticipada, que exhala éste fantástico poema de Sagrario Manrique; libera angustia, ésta se convierte en energía y nos implica a todos.

No es necesario que el Obispo M.Vilas la absuelva. Sagrario, escribe como Dios, y éste, en su infinita sabiduría, sabe que al final del desambiguado recto de su hija terrenal, hay un yacimiento de diamantes de gran intensidad, (vivir decepciones proporciona en esa zona crecimientos de carbono-carbono de antártica dureza). Cualquier día la sodomizará con su infinita e incestuosa lengua y al sacarla lucirá orgulloso en la punta, un piercing con piedra preciosa de innegable belleza celestial.



Era tu cumpleaños.

Yo te dije:

Dame por culo cariño,

pero tu no querías.

Me meé encima de tu barriga

para calentarte

y seguía diciéndote:

Dame por culo cariño.

Fue entonces

cuando sentí

otro golpe redondo en el ojo.

Mientras caía hacia atrás

pensaba si pegabas también

a las putas del barrio.

Después,

desperté en la cama

de una habitación blanca,

era la tercera planta

del Hospital Clínico de Zaragoza.

Jose Angel, mi psiquiatra

me ha diagnosticado

esquizofrenia tardía,

mi marido me ha puesto

una denuncia por zorra,

aunque lo han llamado

agresividad emocional.

Va a divorciarse dice,

pero me deja a los niños.

Hoy,

un escritor conocido del Actur,

Manuel Vilas,

ha pedido permiso a mi terapeuta

para que pudiese venir a la Expo

a recitar algo sobre el agua.

Yo escribo mucho estos días

mientras estoy en la planta,

pero no se me ocurre nada sobre el agua

sólo recuerdo el color claro de mi orina

y la barriga de mi marido

oscura como el agua del Ebro.

El me quiere

aunque me pegue

yo siempre se lo digo a mi terapeuta

que está sentado

en la penúltima fila.

A las 9 tenemos que marcharnos al hospital.

Dentro de poco

pasaré a la planta de día

podré volver a casa

por la tarde y por la noche.

Manuel Vilas

me ha prometido

que quedaremos un día para hablar

de lo de mearse encima del otro

y de lo de que me den por el culo.

Yo no lo entiendo muy bien

pero el dice,

que eso es mas poesía

que toda el agua

que llevan los ríos.

martes, 9 de septiembre de 2008

Manderley en Venta

Cuando llega septiembre empiezan a acudir a la cabeza pensamientos de floración invernal.

Las ilusiones veraniegas, pronto serán seco arbusto y los poetas escribiremos tonterías melancólicas; compost de palabras, acerca del gemido de los pájaros, de las sombras del silencio, de manantiales invisibles, de lágrimas que salen, de júbilos que entran, de golondrinas que vuelven, de amores que matan y cosas así.

Dentro de poco, La silueta de La Expo, cuando el ayuntamiento decida ahorrarse su luminación se verá brumosa y quizás, hasta fantasmal, como la mansión Manderley de Rebeca.

Cuando yo tenía cuatro o cinco años, mi abuela Luisa, impresionada por la peli de Hitchcock, Rebeca, me contaba escenas sueltas, mientras lavaba a mano con jabón hecho por ella, montañas de ropa militar. Aquella peste a sudor, mugre y piojos de posguerra, llegaba a pasar desapercibida gracias a su voz ensimismada.

Me relataba lo malísima que era el ama de llaves, el florero que se cae en la mesa del restaurante en donde se conocen, el suspense de la habitación prohibida, la elegancia de Laurence Olivier, y lo tierna, cándida y hermosa que aparecía Joan Fontaine.

Ésta noche iré a ver a Sara Baras, y ésta tarde pasaré por Los Portadores de Sueños a comprar el libro de relatos de Patricia Esteban Erles, Manderley en Venta, finalista, junto con Besos de Fogueo de Montero Glez, y otros seis o siete, del premio Setenil, al mejor libro de relatos. Besos, ya lo he leído un par de veces por lo menos, pero tengo curiosidad por leer algo encuadernado de Patri-zia, hasta ahora lo he hecho dándole al ratón en su blog, igual hay algún cuento que me recuerde a mi yaya, su boca era un aspersor de calma.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Legendaria Lucía Folino

El cabrón de mi amigo al que te refieres, ¿es Joaquín Sabina?.

Me dijo que te vio en un vídeo de Radio Colifata en una emisión manicomial con tus entrañables compañeros, que te veía bien, pero que las botas altas, la peluca blanca, la gorra de ra-pera, los lazos góticos y tanto maquillaje blanco sobre tu piel negra, no te favorecían nada.
Un placer verte revolotear por aquí, siempre me gustaron tus guturalidades.

Aquél eminente antropólogo argentino, ¿ya descubrió a qué especie pertenecés vos?.

Creo que el flaco sigue enamorado de ti, me contó que cuando hace el amor con Jimena, aunque suele pensar en Almudena Grandes a pesar de ser tan amigo de Luis García Montero, a veces, muchas, lo hace pensando en tu pubis andrógino y perverso.
Siempre ha sido un chaval terrible, que te voy a contar a ti que has sido musa e incubadora de sus líricas.

Si vienes, mi linda loca, no dudes en venir a visitarme. Tendrías que haberlo hecho durante La Expo, te hubiera llevado al acuario fluvial, hay una orca preciosa que se parece a ti. Tanto su lengua como su corazón son enormes. Si no, escribeme o envía algún poema sin rima que no se refiera a tu hijo de puta favorito. Ahora, perdona pero el milagro de tu visita me ha emocionado más que El Idiota de Dostoyevski o cualquier chorrada de Kubrik. No te preocupes, se me pasará leyendo un rato a Aristóteles.

Besos.

domingo, 31 de agosto de 2008

La importancia de llamarse John

A mi, me pusieron por nombre, José, y andando el tiempo, amigos y desconocidos me asignaron el de Pepe.

No es que ahora reniegue de ninguno de los dos, mi familia y la gente que me quiere, emplea el primero, y los amigos de uso externo, el segundo, pero hoy, no sé, me ha dado por reconsiderar mis apelativos. Me gustaría llamarme John, y no lo digo por John Galliano, (diseño) ni por John Boyne, (El niño del pijama a rayas) ni por John Crisham (250 millones de novelas de suspense legal, vendidas) ni por todos los Johnes que en mundo han sido.

La jota de José, se pronuncia como si se estuviera gestando un lapo al fondo de la lengua, y la pe de Pepe, como si ese gargajo, hecho ya proyectil lo lanzaran contra el suelo, contra alguien, o contra mí, naturalmente . En cambio, John, es un sonido suave y profundo, que sale arqueando la punta de la lengua hacia abajo, como deslizándose por un trampolín de salto de Sky; ¡John!.

Y no digamos nada de su diminutivo, Johnny. Un, ¡hey, Johnny , I love you! , comparado con un, ¡te quiero, Pepe! , no da igual. Ni siquiera, Joe, que es la traducción de José. Tuve una girlfriend norteamericana que me decía, ¡hey!, Joe, let´s do it, pero cuando aprendió a decir, Pepe, me lo decía como si explotara el globo de un chicle en sus labios. Me dejó para compartir sus momentos de pasión con un gitano que le decían, "el yony de las delicias", (Las delicias, es un barrio de Zeta) que cantaba por rumbas Johnny Guitar con el estilo del príncipe gitano.


Si me hubiera llamado Johnny, mi vida, habría sido otra cosa, en vez de un modisto provinciano y mediocre, o un escritorzuelo de chichinabo, la gente se hubiera depilado la saliva al nombrarme, como a Johnny Depp, o Johnny Cash, no sería un mono empeñado en escribir poemas, y en lugar de hacer modelitos para las ricachonas de La Almunia, Arnedo o Pinseque, los haría para mujeres famosas, atemporales y sofisticadas, como Rania de Jordania, Letizia de España, Nicole Kidman de Australia, Belén Estéban de Vallecas o Paulina Rubio de Mexico.

No quiero aumentar mi llaga psicológica, no quiero evitar que sigáis nombrándome con tañido de cencerro, no quiero dejar de volverme cuando oiga éste nombre mío que suena a sándalo corrompido, a calcio extinto, a mancha de óxido, a mafrundo de urinario, (mafrundo: voz argentina, dícese del cálculo de riñón, expulsado por la orina, que me acabo de inventar) a gemido de cerdo, a quejas de La Expo, a quejio´de El Cabrero, o a quejido de cabrón, pero no podré evitar seguir macerando sueños de lo maravilloso que hubiera sido, llamarme John, Johnny, for my friends.

lunes, 25 de agosto de 2008

Tres tristes tigres


Le achaco a Arturo Pérez Reverte tres horas de sufrimiento

Ostia, que coñazo.

Sordos salimos. Pa´qué ese exceso de decibelios.


Tanta ranchera, tanto corrido, tanta lentejuela.

Imposible, sin diez tequilas, imposible.

Gruesa horterada.

Repito, no me gustaron. Tres tristes tigres y un mono con tambor.

Eh!, ¡oye!, necesito otro trago.

Si lo sé no voy.


Di que tienes el gusto en el culo, Arturo.

Expiación, extenuación, excelente parecido con Camela.

Las letras, (alguna, pocas) lo mejor, pero...


No se entendían.

Oh!, qué descanso, (cuando terminaron)

Ruina de rato.

Tocan de pena.

E´dicho.

jueves, 21 de agosto de 2008

overbooking

A la misma hora, en el mismo minuto, en el mismo sitio, decenas de personas mueren.

En un sólo accidente, de una tacada, al mismo tiempo.

Creo que fue Confucio quien dijo: "aprende a vivir y sabrás morir bien."

Se termina la sedosa pista de despegue y la vida se larga sin demasiadas contemplaciones, dejando cadáveres bastante estropeados junto a cardos calcinados y gorriones desorientados. Por mucho que hayas aprendido a vivir. Todas esas personas adquieren en un segundo el monopolio de palmarla, juntas, como si la muerte se aburriera de hacer ganchillo y decidiera usar la tejedora industrial para cambiar de hábito franciscano.

¡Cris,cras,cris,cras,cris,cras!, y en menos de lo que tarda el pasaje en desorbitar los ojos, nuevo modelito agosteño con ciento cincuenta tramas y una urdimbre. Ahí fuera, las televisiones, funerarias y cementerios rozarán el pleno y, la mística parroquial el overbooking de almas, liberadas ya de materia pecadora.



Hay que estar siempre disponible para ocupar un lugar en el depósito de cadáveres, somos putas esperando entrar, al capricho de la gran palanganera de la guadaña.

martes, 19 de agosto de 2008

Tic- tac.







Un fragmento de Arthur Rimbaud, dice:

"Reconstruyo los cuerpos y ardo en fiebres hermosas.
Ellas me encuentran raro y van cuchicheando...
-Mis deseos brutales se enganchan a sus labios..."

Paco Peco, suele arder en fiebres hermosas y se enzarza en una encarnizada lucha con la poesía, sin miedo al delirium. Ésta lo usa a veces como nombre de usuario para manifestarse, como hoy lo hace, con un luminoso poema. Ceniza auténtica de su horno crematorio.

Me dice:

-A ver, qué te parece.

A ver, qué os parece.





Las paredes son las mismas de ayer
tic-tac...... tic-tac..........
es de noche y todos duermen.
La noria, tic-tac....... tarjetas de fichar.
Llego tarde a mi nacimiento.
Empuja mi vida, empuja
dormiremos mas tarde.
Las paredes, tic-tac
empuja, tic........ dilata, tac.
Haz que se calle.
Las mujeres bonitas no son para toda la vida,
John Donne tic...
Rimbaud:
El infierno no duerme,
tiene tres turnos y relojes
gps por si te pierdes
como yo esta noche.
Medicamentos tic, que quitan la ansiedad tac.
Arthur:
Ya no se trafica con esclavos.
Ya no quedan hombres libres.

lunes, 11 de agosto de 2008

Leave me alone

En el bar de la esquina, ésta mañana, a las nueve, yo, café con leche, y pa`mojar, David Gistau y su crónica torera del Tomás y Morante, por fandangos. Al fondo de la barra, un tipo que pincha discos en un montón de sitios, metiéndose un puyazo de whisky con cocacola, "en lo alto del cerro de palomares", allí donde los hígados barruntan cirrosis y los ojos descoyuntados piden inútilmente el sueño, y una cuenca dice que nones y la otra, que pares.

Era temprano en Zeta, y el sol aún estaba relajado, con un antifaz de nubes oscureciendo sus párpados, como cansado ya de batir su propia marca olímpica sin una puta medalla.

He vuelto a la una, y ponme un vermú y un bacalao y, ¿ no se ha canteao´el pinchadiscos de aquí en toda mañana?, y, ya ves, ni pa´mear, la barra es la única cosa en el mundo que le tiene cariño.


Yo, que he tenido noches de cinco o seis cubatas y un ciego, que a veces me he sentido más hundido que el Titánic, nunca he estado cuatro horas hipnotizado por una hilera de marcas de ginebra mirándome de frente. Luego, a las cuatro y media, mi café con hielo y a las ocho mi caña, y él, seguirá allí, cubata tras cubata, exprimiendo golondrinos en las Azores del sobaco, con cara de perro y desoyendo los alaridos silenciosos del hígado hasta la madrugada, hasta que pinche los primeros surcos y vuelva a ser el deejay aplaudido, pasto de jovencitas hambrientas y engolfadas que me consta que es. Tengo que reconocer que a ese tipo le sienta bien el alabastro del sudor, la aparente indiferencia que muestra consigo mismo, y el hedor de la licra de su camiseta, que no es traidora porque avisa con un rótulo estampado en la espalda que dice:


Leave me alone”

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paquétecuento from 11 mar 2008


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