domingo, 30 de marzo de 2008

Las dos
























Había que cambiar la hora.
Las tres en lugar de las dos, pero sin llamar la atención,
sin ruidos y sin hacerla de menos.
Despacio, minuto a minuto, fui girando la ruleta mientras
le susurraba frases de ánimo.

-¿Qué bien, eh?, te vas a escabullir de un montón de responsabilidades.

-Anda que no van a suceder desgracias en esta hora que se te quita,
que se las va a cargar las tres.
En esos instantes ya había situado la saeta grande en las dos y media
y seguía girando lentamente para hacerle el menor daño posible

-Lo siento pero es que hay que ahorrar en iluminación, ¡ya!, ya falta poco, ¿a que no duele?.

Las tres menos diez, las tres menos cinco, las tres menos tres, las tres menos una, ¡dios!, tres menos una son dos.
Estuve a punto de arrepentirme y para colmo se empezó a oír en el local la voz de El Cigala , "y aunque tú me has eschao´en el abandono."
Cuando fijé con triste decisión las tres en el reloj, dos gotas de sudor, como lágrimas negras aparecieron en mi muñeca, tenía que lavarme las manos, me sentía sucio.

viernes, 28 de marzo de 2008

Más Pecos´s



















Los poemas de Francisco Peco, casi siempre son inquietantes.
Encuentra atajos para depositar sus enigmáticos desconciertos.
No sé si ha leído a Edgar Allan Poe, pero se podría decir que fue
un ancestro suyo. Hay resonancias sepulcrales y misterio en la
sombra de sus versos; en esas oscilaciones, chispean fuegos fatuos
liberados desde la cripta de sus taquicardias.





El tiempo, se detiene
en mi tabique nasal.
Copula con rémoras
en un ataúd de matrimonio.
Mientras, me crece el pelo...
las uñas.
Amortajado, estático.
Tuvieron que romperme, los dedos
para robar, tu foto de mi pecho.
Oigo pasos, entre la tierra removida.
Tal vez seas tu, aunque no lo creo.

Paco Peco.

lunes, 24 de marzo de 2008

Don Nadie

-I have a friend who still believes in me, named: Paco Peco.
Hoy está en un ataúd,
mañana lo desentierro.
Ya me está oyendo llegar.
Paciencia, Paco,
aún no tienes gusanos, ni hormigas, ni esa sonrisa espeluznante que dejaste en el espejo.

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Lo más natural del mundo, es acudir a un garito bohemio en donde se da un concierto beatnick, pedir una caña y escuchar los gritos visionarios de un poeta social; de un "don nadie".

Asistir al rito exuberante de denuncias de lo injusta que es la injusticia, a rítmo de rock, de jazz, o de rumba, de unos melenudos con pañuelo palestino.

Lo más duro, es evitar que en cada trago se te cuele un frío, un hambre, o un muerto, porque salen de la voz del "don nadie" y se deslizan como lagartos, y como te descuides te hacen un agujero en el cerebro o te forman tapones en la garganta o te jibarizan los huevos.

Lo más conveniente, es llevar un chaleco anti sensiblería para resultar inmune a la artillería de denuncias, terminar la cerveza, salir a la calle y encogerse de hombros.
¿Qué puedes tú solucionar?, ¿quién eres tú para hacer algo?:
eres menos, mucho menos que Don Nadie.´

sábado, 22 de marzo de 2008

Carilda, ¡hay mi Carilda!




















Vuelvo sobre Carilda Oliver.


Carlos Herrera me la ha recordado en su artículo de El Semanal. Ha estado en Cuba, en Matanzos, la ciudad en donde vive la poeta. Ha estado allí , Y Carilda Oliver no estaba en casa… ¡que se joda,!. Yo no pude ir con un escultor para hacerle una estatua porque no me tocó la lotería de navidad. Sin embargo ya me cae mucho mejor el gurú de los fósforos. Estamos hermanados al tener la misma poeta de cabecera.






El siguiente poema está en un libro que me regaló y dedicó la mismísima Carilda, por medio del cónsul de Cuba en Barcelona, agradeciéndome una ponencia que hice acerca de ella.


FANTASMA CON UN CUARTO DE SIGLO


Ésta no es una carta de amor,

no es un testamento.

Me pediste el secreto, te lo cambié por la paloma.

Soy la misma de entonces, pero no la del olvido;

te enjuago, te descubro, vuelves, calavera mía.

Ésta es una historia de horror donde aborto azucenas

y me levanto el vestido para no llorar,

donde aconsejo al que pasa: no le toques, es mi disparate,

soy su borde, su esqueleto, su vara;

no le desacredites con el tiempo,

por toda riqueza yo escogí su semen.

Fantasma con un cuarto de siglo,catástrofe,maravilla,solitario

que nunca juego,voy por un túnel que no da contigo,

me asombro de no, te procuro en las gavetas,

me examino el cuerpo buscando tus apostasías,

te desnudo en mi cama donde no estás,

bailo contigo aunque desapareces.

La que te puso el vino y armó la eternidad,

la que podía todo pero no tuvo nada,

la prófuga que nunca.

No sé si me defino, tal vez doy con la esencia y no acierto

y me sitio yo mismay sólo estoy enferma

de al fin volver a verte aparecido,

lagarto verde que no aplasté bien,

desesperación que sigue,

sombra;de nuevo encendiendo fuegos fatuos,

con una mordida por identificación,

con un arpegio envenenándome de absurdo.

A la intemperie siempre,a la deriva,

al pálpito de la ballena, a la agonía;

simple,estupefacta,ceremoniosa en intimidades,

de melopea, de tic tac,como una puta clásica

que pasea por los malecones

con su parto de polvo y cae al cielo

y gotea resurrección;otra vez insomne,

la que se está salvando en un forcejeo,

boca arriba, angélica, vesperal, atravesada

por la muerte con una sola punta,

con un beso que se clava.

¿Quién es este que me apalea las entrañas

y a quien yo cuido como a un pétalo?

Vamos a estrangularnos mutuamente.

Ya no tiene remedio.Busco números,

reduzco la esperanza a sinfonía

y nace del mar pacífico en el patio este hombre

a quien metí en la tumba pero no se ha muerto,

este hombre que es mi cadáver sobreviviente,

este hombre que es mi crimen imperfecto,

la salud de mi noche.

jueves, 20 de marzo de 2008

Las especies sin origen






















El abejorro imaginario de Darwin se posa en la cruz de todos los cristos de todas las procesiones de España hasta bien entrada la madrugada.
Los penitentes van sobrados de dolor, los costaleros descansan durante las saetas y los híbridos de encapuchado tienen la misma apariencia, porque aunque proceden de padres distintos su condición de cofrade les ha proporcionado esa típica analogía de estética kukusklanesca.

El abejorro, que es una máquina de follar y que fue en él en quién se inspiró Bukowski para sus famosos relatos, está frotándose las patitas poniendo con su cuerpo un punto en la segunda I del INRI de la cruz; acaba de darse un festín con una caca de perro, tranquilamente elegida de entre las cien mil recién depuestas en el Parque Pignatelli.

La Hermandad de la Exaltación de la Sagrada Cena y Consuelo del Gran Poder del Prendimiento y Coronación de Espinas del Santísimo Cristo de La Buena Muerte y Dulce nombre de la Soberana Defensión del Via Crucis, baja por el Paseo Cuellar mientras le compro el pan a Marta,
e impresiona.

Toda esa música celestial de tambores, vacía las cabezas y llena los corazones de dignidad religiosa. Jesús aguantó antes de morir los graves insultos de los romanos que le decían, ¡maricón, chupapollas y profeta de mierda!, por eso no resucitó como un zombie de videoclip, sino que ascendió al cielo directamente, lleno de ironía, vacío de ira y sobrado de amor.

No entraré en detalles del porqué el abejorro se siente tan integrado en ese madero simbólico pero parece razonable pensar que el vertiginoso golpear de los palillos en los redobles de tambor, desencadena para él una placentera vibración en sus pequeños genitales.
Debe haber otros motivos tanto para que los abejorros se posen en las cruces como para que unas buenas gentes se disfracen de mamarracho, pero son más confusos y para desentrañarlos sería necesaria una gran formación holismico biológica y un microscopio atómico.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Ingrávida pesadez

Esta tarde, en La Casa del libro, he comprado dos (dos libros, se entiende). Uno: Sauce Ciego, Mujer Dormida de Haruki Murakami y el otro: Nocilla Experience de Agustín Fernández Mallo.

He empezado a profanar los 350 gramos del primero y los 280 del segundo en el autobús, (cinco páginas de cada) y sé lo que pesan porque en el Panishop de la esquina, Marta, la dependienta que me entrega todos los días una barra de pan "espiga", los ha pesado. Ella es argentina, licenciada en filología inglesa y le gusta la poesía que llega al corazón, dejando antes unas marcas en el cuello, es una enamorada de los colmillos de Cortazar.

-Los libros pesan más o menos, conforme se van leyendo, dependiendo de lo que guste o disguste su lectura.

-Me ha dicho la rayuela panadera.

-Cuando vos los llevés por la mitad, verá que ha disminuido o aumentado su gramaje, que va cambiando el metabolismo de las páginas.

-Los libros tienen glándulas endocrinas y suprarrenales, tienen ovarios, testículos y segregan
gran cantidad de colecistoquinina mientras son leídos.

-Vale, pues pésamelos ahora, y veremos si es verdad eso que dices.

Me lo he tomado tan a pecho, que he bostezado con la boca cerrada durante las veinte primeras páginas del de Murakami, por si acaso alguna partícula de saliva se incrustaba en el papel.
Yo nunca había pesado un libro y para mí, que Marta es una cachonda mental que se ha querido quedar conmigo.
Estoy como loco, tocando todos mis libros a ver si noto algo.

¿Alguno de vosotros tiene algún libro que se haya convertido en bulímico o anoréxico después de ser leído?, se os ha caído alguna estantería de vuestra biblioteca al reponer el ejemplar recién terminado?.

lunes, 10 de marzo de 2008

Los heraldos negros

Este poema de, putaypoeta es un trallazo.
Yo, no sé, quién es putaypoeta;
un bloguero o bloguera más, yo no sé.
Pero su poema, es como un murciélago
o murciélaga avam-pirada(o)
a punto de descolgarse y volar
desde una gruta oscura, grisácea y gélida.
Me sabe a disparo en el vientre de un farsante
y yo, llevo la panza acribillada. Yo, no sé.


Una flor entre los dientes

Venga, dale, más mentiras,
más miedo,te sale demasiado bien
como para cambiar, ahora tienes
una flor entre los dientes, muerde,
sangra convierte en hielo el rocío de los días,
es un púlpito, ofrece tu hiel en vaso largo,
sin hielo, ¡Bebe!, el aquellarre precisa una víctima más
y hay mucha gente dispuesta a inmolarse.
Después, ya sabes, siempre hay una justificación
y nubes en el cielo.

-y me ha recordado éste, de Cesar Vallejo



Los heraldos negros

Hay golpes en la vida, tan fuertes ... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios;
como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé!
Son pocos; pero son... Abren zanjas obscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos,
como cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vividose empoza,
como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!

viernes, 7 de marzo de 2008

Y es que mi primo, es cojonudo.





















El escritor madrileño Roberto Montero González, conocido como "Montero Glez", ha ganado el XXXII Premio Azorín de Novela, dotado con 68.000 euros y convocado por la Diputación de Alicante y la editorial Planeta, con la obra "La pólvora negra", una novela sobre el intento de asesinato del rey Alfonso XIII.
Con su obra, Montero Glez (Madrid-1965) traslada al lector al año 1906, cuando el atentado del anarquista Mateo Morral contra Alfonso XIII "estuvo a punto de cambiar la historia de España", ha explicado el autor, que ha recibido el galardón con el puño izquierdo en alto y lo ha brindado a su blog, "La trinchera cósmica".
La obra se ha impuesto a las otras 141 novelas procedentes de España, América y Europa que se presentaron a este galardón que en ediciones anteriores han ganado Jon Juaristi, Francisco Javier Pérez, Ángela Becerra, Manuel Mira, Javier García Sánchez y Eugenia Rico.
En la rueda de prensa posterior a la gala donde se ha hecho público el fallo del jurado, el autor ha señalado que se trata de una novela de reconstrucción histórica, al tiempo que es un "homenaje al movimiento libertario".
Montero Glez, quien ha dicho que tras este trabajo hay tres años de trabajo y muchas horas de documentación sobre la bomba tipo "Orsini" con la que se cometió el atentado, ha explicado que los protagonistas son el teniente Beltrán, que debe encontrar a los culpables del atentado, y "la Chela", que trabaja en la horchatería "Lo de Candela" de Madrid, establecimiento al que llega Mateo Morral.
Estos personajes son "quienes crean el conflicto" una vez que ha muerto Mateo Morral y "la Chelo" tiene que reconocer el cadáver, ha explicado.
En esta novela, el autor recupera la figura de este anarquista, pero rompe con la historia oficial, que lo presenta como "un tipo enamorado" y loco, y lo muestra como un "hombre de calibre intelectual" y una persona que "ensaya bastante el atentado".
Este relato, que empieza en "el mismo sitio en el que arranca 'Luces de Bohemia' -de Valle-Inclán-, es una historia que el pueblo de Madrid" le ha ido contando, y que debe "a Juan Marsé y a Arturo Pérez-Reverte", quien le aconsejó mal sobre el tipo de bomba utilizado en el atentado, según le dijo, para que "lo contrastase".
La obra sale a la venta el próximo 8 de abril y su autor ha confiado en que el público la reciba con "generosidad y benevolencia".
El jurado ha estado presidido por el diputado provincial de Cultura, Pedro Romero, y compuesto además por el director editorial de Planeta, Carlos Revés; los escritores Ángela Becerra (Premio Azorín 2005), Juan Eslava y Fernando Sánchez Dragó.
También lo componían el director de la Casa-Museo Azorín, José Payá, el catedrático de Lengua y Literatura Españolas del Instituto Jaime II de Alicante Celso Serrano, y la secretaria general de la Diputación de Alicante, Alicia Koninckx.
El portavoz del jurado, Fernando Sánchez Dragó, ha asegurado que ésta es "una novela extraordinaria" y sobre la que no ha habido dudas entre el jurado.
"Nunca me había encontrado con un original de tanta claridad y con un ganador tan claramente diferenciado como éste", ha recalcado el escritor, quien ha alabado la "muñeca literaria" de este autor, del que ha dicho que ha escrito "la última novela del 'Ruedo Ibérico', de Valle-Inclán, en una traslación del esperpento al mundo narrativo".
El portavoz del jurado ha asegurado que la novela "está extraordinariamente bien escrita" y es un "chisporroteo de fuegos artificiales", y ha dicho tener la "impresión" de que con este galardón se ha dado "entre todos el espaldarazo a uno de los mejores escritores que hoy existen en España".

Foto y crónica del periódico: PÚBLICO.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Cincomarzada

¡Eh, vosotros, carlistas!, volved, si os quedan güevos´.
Venid a por chocolate caliente, que aquí os esperamos,
en el Parque del Tío Jorge,
en el Primo de Rivera,
en La Almozara,
en el Parque de Oriente.
Tampoco han pasado tantos siglos.
Que se muevan las esclusas del tiempo
y vuelvan los fantasmas coagulados;
los espectros heroicos de la cincomarzada.
¡Podridos cuerpos maricones!,
os vamos a dar abrazos de vergara
hasta en el carnet de identidad.
Aquellos valientes cristinos
que orinaron en vuestra sangre,
a pesar de sus piernas amputadas,
(antes del milagro de Calanda)
aún están aquí y se levantarán
con reciedumbre de cierzo encabronado.
Los indios nativos de Zaragoza,
os haremos sentar la cabeza.
Ya podéis santiguaros
Ya podéis aguantar las ganas de toser.
¡Que repiquen las campanas!,
y que venga Rouco Varela
a repartir hostias, rosquillas, torrijas, y estampicas de la virgen.
¡Eh, tú, corneta!, toca a degüello de gallina, de cordero,
que nos espera una sopa cojonuda
de cerdo chocolatero.

sábado, 1 de marzo de 2008

PACO PECO

Fracisco Javier Peco Dobato, me envió un saludo, una reflexión y un poema, (una miseria dice él) a mi correo durante estos días que he estado sin ordenador.
-No se ha dado cuenta de que en la reflexión hay otro poema.



"Hola pepe,
te envío una nueva miseria.
Mira que lo intento
pero
Soy incapaz de contar,
lo cojonudo que soy haciendo el amor.
Como hace tanta gente,
por cierto.
El tema del amor me parece
ciertamente infantil.

Perdona pero
Siempre están contando lo mismo.
Además mienten como jodidos bipolares."



Vendí mi soga
hace unos meses.
Las paredes del zulo
donde enfermé, hace años.
Ayer, alguien se ahorcó
en esta ciudad.
Quizás, en el apartamento
donde viví tanto tiempo.
Mañana, es el funeral
y aunque no lo conozca
creo que iré a despedirlo.


¿A que es bueno?, ¿a que son buenos?.

¡Mola, mola!.

Si no conociera a Javier, que es un tipo pulcro, correcto y hasta atildado, diría yo, que
este es un poema de esos que se hacen sentado en un sofá con agujeros por donde se escapa el relleno. El suelo lleno de latas de cerveza vacías, polvo por todas partes y miles de colillas en platos con restos de comida, paredes con pintura desconchada, y mosquiteras rotas en las ventanas por las que se cuela el saxo de Ben Webster sonando desde una jukebox, cualquier noche de soledad desvencijada.

Si no conociera a Javier Peco, que es un muchacho fotogénico, de correcta dicción y buen corazón, que sería capaz de pagarle una furgoneta a Jesucristo para que subiera cómodamente al calvario, diría yo, que este es un poema que surge de sufrimientos extremos, y que el aguante de alguna crueldad, le ha podido dejar en el alma un poso de sarcasmo muy duradero al que echar mano cuando le entran ganas de decir poéticamente: ¡Que te jodan!.








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paquétecuento from 11 mar 2008


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