miércoles, 30 de abril de 2008

Feria de Abríl.


Feria de abríl en Zeta. Ésta noche empieza, y termina el día 10,



La gente, no entiende esa afición mía por las sevillanas,

yo mísmo, no termino de saber por qué.


¿Por qué será? ...







domingo, 27 de abril de 2008

Ñangotadas

Lo que más impresiona,

es oír la voz que no te nombra,

el ruido sin textura que se advierte

en el desdén volátil de un impronuncio.

Es como un disparo de heces

sobre el cristal de la ventana, no lo hueles,

pero ahí se queda la plasta

como escultura arcillosa de Barceló, sin cocer,

desnutrida de himnos y afectos.

El ejecutor, te ha situado en su tanatorio mental

con la misma facilidad

con la que se borra una película chunga,

o un chichi sin catar,

y no es que te pongan cachondo los jadeos de la vecina,

al otro lado del tabique,

ni las babas tontunas en rapel desde otra boca.

Pero bueno, tú, ya sabes cómo funcionan éstas cosas,

una sola palabra tuya,

y te salvas del conjuro para hacerte cilíndrico

y anillado.

Tu semen, brota con cama y mordiscos,

o con algo de cinismo literario,

no con nintendos de ñangota.

sábado, 26 de abril de 2008

Caballo ganador


Entre caballos destripados por una bomba que no era de fogueo,
Mateo Morral, no remata la faena, pincha en hueso y tiene que dar
la espantá´, dejando vivos a los que según sus convicciones
deberían estar muertos...

jueves, 24 de abril de 2008

A Pinocho, "le cansa, sacarse las malezas de la garganta":
Merece muuuuuuuuucho, pero mmmmmmucho, la pena
entrar a leer sus poemas.
Yo, me pongo verde de envidiaradioactiva.

Hoy, gracias a la confianza en mí depositada por Antón Castro,
he salido en los papeles como criticoliterario en Artes&Letras
del Heraldo, tema: Pólvora Negra de Montero Glez.
Cuando consiga reinstalar mi scaner se podrá ampliar.
Ahora no me va a quedar más remedio que escribir
Los hermanos Karamazov y publicarlo.

Dos viajes en el 33, leyendo, Parque de Atracciones.
Ana Muñoz, va en cabeza abriendo camino, "nadándolo todo",
viviéndolo todo, muriéndolo todo.

También tengo en la cartera las cancioncillas y cancionejas
de Vicente Pascual.

Menos mal que son cuatro viajes diarios en autobús.

miércoles, 23 de abril de 2008

Migas






















San Jorge, luminoso amanecer.
Me he comprado éste libro en el Paseo Independencia, y el clavel amarillo, para mi madre.
En la cinco marzada, desplazada a hoy, me he comido estas migas, y después, esas longanizas.
Estaba hambriento a las once de la mañana,
la cerveza, entraba como para estremecer a cualquier dios, atragantado.
Alabado sea dios.
Las migas con longaniza, son la prueba evidente de que existe
y de que es todopoderoso.
Las migas con longaniza, son el leitmotiv de los aragoneses,
y el éxtasis, leer a Miguel Labordeta sin miedo al colesterol triste.
Me gusta, el vértigo existencialista que produce Miguel
mientras ganduleo en éste estallido de primavera.
Alguien me saluda, muy amable,
seguro que también ha comido migas con longaniza.
Mi carácter, habitualmente melancólico, anodino y heterodoxo,
se alegra con cada eructo, de puño y letra de mis tripas,
celestialmente estremecidas.












Despertares de Paco Peco

Paco, nos habla de un libro sollozante...



"He amanecido relajado
abrazado, a mi despertador.
Nos hemos mirado confusos...
.......................somnolientos.
La cornuda mesita de noche
desgarra, los siete pliegues
de un poemario leido a medias.
Vuelan páginas ensangrentadas
manchadas de esperma.
Del título sodomizado
cuelgan lágrimas, lágrimas
por ser solo un libro.
Mientras, pasa el tiempo
y vuelvo a quedar dormido...
acomodado, entre las manecillas
de un futuro incierto."

Entre poemas y paeomas

Manuel Vilas:

-Eh, tú, Montero, me podías hacer un traje.

Yo:

-Lo dudo, no soy sastre, soy modisto y no entiendo de tíos.

M.V:

-Pues entonces, una casulla de cura.

Yo:

-Bien, mejor de obispo.

M. V:

-Vale.

domingo, 20 de abril de 2008

En La Campana de Los Perdidos, me perdí algo.
































Anoche: Danza y Poesía. El mágico baile de Ingrid, a pelo de voz, con cadencia rítmica de taichi, dibujaba auras rubias, en la acción de los versos y nos hipnotizó a todos.
Se me atoró la cámara un rato, y no pude inmortalizar a Carmen Ruíz, mientras le decía a alguien: "Y si cruzas la piscina, me casaré contigo". Una pena, pues Carmen Ruiz, aparte de sopesar el compás de sus palabras, es una auténtica belleza.
Otra pena, tampoco pude captar los pies entalcados de Cristina Járboles, ni sus labios lorquianos, ni el zapateado de Ingrid Magrinyá, a quién ya conocía como espíritu de Machado corporeizado, en el Monasterio de Veruela.
He quedado para tomar un vermú, pero luego me meteré con ese poeta total que es Miguel Ángel Ortíz, y ayudaré a Ana Muñoz, a encontrar esa nube en donde debe bajarse.
Al primero, lo conocí el año pasado, porque lo trajo, (o lo arrastró) Alonso Cordel, a un seminario de poesía que dirigía él, en el Van Gogh, para que nos dijera unas palabras. Yo me quedé con tres o cuatro frases :
"No sé que pinto aquí",
"tengo prisa", y
"a mi, la poesía me ha enseñado, que lo más importante en la vida, es, vivir, por eso, esta noche lo pienso pasar de puta madre."
Hubo quien dijo que era un soplapollas, pero a mí, siempre me han caído bien las excentricidades del ego y pensé, "que chico más majo".
Ayér, M. A. Ortíz, (que estaba en su salsa) nos dio unas cuantas cucharadas de su amplísima experiencia, leyendo un catálogo de pintor, una alegoría piscinera, un texto patafísico, una obra de teatro, unas actillas, y otros muchos textos. Todos ellos, en clave de poema y arrullado nota a nota, por la bailarina descalza de los zapatos rojos.
La maestría, el dominio, la seguridad en sí mismo, el haber pasado por un montón de etapas líricas y el estar ahora su poética en una especie de culmen con el teatro, dio como resultado la articulación de unas lecturas con muchas tablas y sin un sólo miligramo de valium.

Para encontrar su nube, Ana, no necesita mi ayuda, porque afina bien y tiene hondura. Aún no me he fijado en el color de sus ojos, (siempre la pillo con los párpados bajados) pero para éste pringao´, ¡ay!, es, two much, su escala de magreos eufónicos, puro deleite, deleite vertiginoso, pero deleite.
Pero lo de "afinar y la hondura", no le gusta, dice que es propio de anuncio de compresas. La culpa la tiene ella, vean si no, éste fragmento de uno de sus absorbentes poemas:
Un poema de Amor
"Me hiciste creer que eras capaz de atravesarme,
de penetrarme, de salvarme, de sanarme.
Una palabra tuya bastaba, una palabra
(pero todos los poetas mienten).
Con las piernas abiertas
dibujé una noche en la luna y te amé.
Fue difícil mantener el equilibrio en aquella postura".








miércoles, 16 de abril de 2008

Vaya faena



No sé que pasa, pero cuando estás enamorado, te corresponden, y puedes dar rienda suelta a tu lascivia, sin ser presa de indolentes melancolías, se te resisten las letras con la misma facilidad, que ella, se te baja las bragas.
El corazón, pierde capacidad de asombro, en similar proporción al plus de destreza que adquieren tus conductos eyaculatorios. Entras en faena y afrontas la llegada del placer sin más preocupación, que no protesten los vecinos, por los gemidos que se ofrendan al señor a duo; ¡oh, Dios!, ¡Dioooooos!. O también, Oh, god, my godddddd !, si ella es anglosajona, (que de todo toca).

Eso es lo importante, que no protesten.
Pero te pones a escribir lleno de expectativas y nada. El cerebro lo has dejado entre sus piernas. Pasan las horas delante del papel, y quieres soñar, tener alguna pesadilla que fructifique en un texto genial, espontáneo y simbólico; un pequeño ensayo, un diálogo, un poema, algo, que salga algo.
Por ejemplo podría salir algo así:

Su espalda desnuda, entumece mis manos.

Hasta el alba, sobre ella, como uno más de sus ligamentos.

Arrebola el oro en su boca, aleado con la mía.

Ha succionado, el fuego de mi polución.



¡Vaya mierda!.



Se acabó. Vuelvo a la faena.

domingo, 13 de abril de 2008

Un puto mitómano

Vamos a dejarnos de bukowskiadas.
Tú, ¿ tienes la cara llena de cicatrices?,
¿ eres un bravucón? , ¿ un tipo duro?,
¿ un borrachuzo?, ¿un apostador de caballos ?.
Tu primera relación sexual, ¿fue con una prostituta de ciento cuarenta kilos?,
¿te ha buscado el FBI, por eludir al ejército?,
¿has vagabundeado por Nueva York, San Francisco, Nueva Orleans, Filadelfia o Los Ángeles?,
Si no eres aún, viejo, ¿ cómo puedes ser indecente?,
¿ te sientes inmundo y percibes un hedor interno?,
¿ oyes crujir cucarachas en el empapelado del cerebro?,
¿has roto un cristal con un zapato, a las tres de la mañana?
¿ tratas a todas las mujeres como putas?,
¿ has golpeado a alguna?,
¿ te dicen con frecuencia, "asqueroso hijo de puta?,
¿ has trabajado en correos?,
¿ odias parecerte a tu padre?.

A que no, a que no, a que no, a que no, a que no, a que no, a que no, a que no, y a que no.

¡Maldito estúpido insignificante!,

Anda, vete a cagar, y cuando la mierda caiga al revés
y estés tan colgado que no la percibas en tu culo estucado de heces
podrás ser ese irreverente que deseas.

Mientras tanto, no dejas de ser un puto mitómano.

jueves, 10 de abril de 2008

Rueda de prensa de Planeta, Montero Glez respondiendo de su Pólvora Negra.







Evita Dinamita, hecha polvo y recién llegada de Madrid, antes de acostarse, "pensó en mi"



y cual una Luz Casal, me cantó una larguísima letra, con cariño y resaca. "Te hemos echado de menos, Pepe".



Y me dejó un maravilloso regalo: tres fotos de los "atrincherados", que aquí cuelgo.

El Pelao, Catalino en Holanda, El Puñalón, Evita Dinamita, Bucéfalo, la Niña que riega la albahaca, Child in time, Daniel y Mosquerita.





















Yo, iba a Madrid, acreditado por Antón Castro para hacerle unas preguntas para Artes y Letras de Heraldo de Aragón. Como es lógico, el reportaje de la entrevista que grabé, es para él. O sea que sólo en el caso de que no se publique o después de que ésto suceda, la colgaré en mi blog.

Pero en los postres del exquisito almuerzo que preparó el Hotel Intercontinental, y una vez que Raúl del Pozo hiciera una semblanza impresionante del libro y del escritor, se abrió un turno de preguntas.

Lógicamente casi todas eran sobre al atentado, sobre el autor del atentado y sobre el anarquismo, y hasta hubo uno, el periodista Amibilia o Amilibia que por cierto lo tuve en mi mesa, que en vez de dirigirse al trapo, trató de empitonar al maestro por la taleguilla, diciendo que si no era contradictoria una de sus respuestas, pero el quite fue magistral y ya no le quedaron ganas de seguir. En esa mesa, compartí cháchara con la bellísima e inteligentísima esposa del autor, con Mario Muchnik, y con tres chavalas muy guapas y con carrerón. Una, era nada menos que la encargada en Planeta de recibir originales y echar la mayoría al vater, otra, la encargada de maquetación, (y hay que ver cómo maqueta esa editorial) y la otra, ¡Joder!, que pedazo de mujer; altísima, preciosísima, jovencísima, sobrina del Che y representante del Montero Glez.

Bueno, a lo que iba. Yo levanté el brazo para que me trajeran el micro, lo agarro y digo:

-No te quepa duda, primico, que yo también sé hacerme el listo y hacer preguntas jodidamente intelectuales, pero teniendo en cuenta que brindaste el premio a los visitantes de tu blog, y como yo soy uno de ellos, no estaría de más que dijeras unas palabras, acerca de lo que representa actualmente internet para un escritor.

Y llega él, y dice:

-Pues mira, ésta novela, existe gracias a internet porque me ha solucionado muchas dudas y atascos. Y unos cuantos amigos de mi blog, me han proporcionado datos impagables. Por eso os brindé el premio, porque es tambien vuestro.

Y se extendió un montón, nombrando al child y a otros que habían colaborado cuando sólo era un proyecto.




Algunas fotos de la presentación.

Sobre todo para que los blogueros de Monteroglez.com, disfruten.

Un aspecto del hall del hotel, lleno de periodistas, escritores y demás ralea.

El tito Raúl Del Pozo.

Imágenes del menda entrevistando al autor.






(Éste que aparece aquí abajo no soy yo. Soy el serio y viejo)






















































































































































martes, 8 de abril de 2008

Un hombre libre






























Era un hombre libre.


La gente decía: ¡Mirad, ahí va un hombre libre!, y era cierto, la mayoría de los hombres andaban ocupados en transubstanciar su personalidad en la convencionalidad más absoluta.
Las mujeres lo miraban codiciosamente pero él no hacía caso de ningún espasmo de admiración. Se sabía cuando un hombre era y estaba libre por el glauco vapor que emitía su calva y el humear deshilachado de su sombra.
Una muchacha muy espabilada, más decidida y ágil que las demás, dio un salto y se montó en su espalda a horcajadas completamente escarramanchada.

-¡Es mío, mío, está libre, yo lo vi primero!.

-Señorita, perdone pero soy un libre tardío de sólido prestigio heteróclito y le advierto que no me voy a dejar intimidar por el campo gravitatorio de sus pechos por mucho que horade con sus pezones mis paletillas, ni me voy a apiadar de su menesteroso sexo chipiándome los riñones.

-Eso ya lo veremos. Dijo ella metiéndole veinte centímetros de lengua en el oído externo derecho.

El hombre libre, accionó una de las dos palancas esféricas de tres o cuatro centímetros de diámetro que llevaba yuxtapuestas debajo del escroto, y su espalda se abrió como el mar de Moisés dejando ver un horno crematorio que engulló a la chica, a la vez que ésta soltaba grititos de placer mientras sus perversas intenciones y su figura se carbonizaban melodramáticamente.

Nada

Últimamente, mis nadas se alían contra mi

y se organizan para desfilar por el centro

de mis ojos, mostrando con orgullo sus vacíos.

Nada,

no consigo recibir ninguna radiación

electro magnética original.

Me escucho y me leo sin ningún tipo de mala leche

y hasta procuro poner cierto candor

en el balancín de mis atenciones.

Uso un microscopio lento y evangélico

que perteneció a kierkegaard,

según me dijo el gitano del rastro de La Plaza de Toros.

-¡Me maten si no, payo, que fue del kigar, ese!

para intentar joder a Octavio Paz y echar por tierra

su parida : "la poesía no es un desperdicio del intelecto"

pero..., ¡silencio!, parece que veo algo.

Esa diminuta mancha...

¿será una partícula de éxtasis amoroso?,

¿una gota de amargura?,

¿un filo para cortar el tiempo?,

¿el tamaño de mi talento?,

What will be?,

Nada, sólo una procesión de nadas.

domingo, 6 de abril de 2008

Anoche, en La Campana de Los Perdidos, Fernando Sarria...

Querido Fernando:



Vaya por delante cuarto y mitad de sinceridad para decirte que a mi, la poesía romántica, (que la he practicado, y mucho) ya no me embriaga. Es una más de mis miserias. Me cansé de entrecruzar mentiras para sublimar el amor o la pasión que como todo el mundo sabe, son cosas diferentes, por lo tanto, cuando asisto a un recital de enajenaciones en el que la licorería amorosa sale a borbotones, suelo estar como estaría un minusválido de fe en misa. Me pongo una escafandra para que mi espíritu no se asfixie con el anhídrido carbónico del horror vacui a eso de lo que Pedro Salinas dijo: "Amor, amor, catástrofe, qué hundimiento del mundo".

Pero tengo que reconocer, mi querido amigo, que anoche, estuviste realmente brillante. Tu reivindicación de internet como el instrumento más prometedor para la difusión y disfrute de la poesía, la hiciste con la misma rotundidad con la que desplegabas tus versos. De hecho, tú y yo, nos conocemos, nos leemos y nos hemos hecho amigos, gracias a este medio. También es de agradecer la naturalidad en tus lecturas porque hay quien emplea tonos melosos e infinitas pausas para resultar más seductor. A ti te basta mostrarte tal cual y eso transmite frescura y credibilidad.



De que eres un buen poeta, no hay ninguna duda, aunque tu físico de hombrón de cuatro armarios diste mucho del típico ejemplar, con pinta de tísico antiguo o bohemio posmoderno, al que le crece en la chepa, una vegetación de metáforas de argot barroco o urbano y descreído.


Recitas con las venas a punto de estallar, viviendo el instante , mientras tus fuertes manos, se van por las ramas de una caricia, de un beso, de un coito, o de un deseo. Y un poema de amor es eso: deseo.

Pero no sólo hubo poemas de amor, sabes adentrarte en la nostalgia encerrada en unos objetos que recuerdan una fracción de tiempo, un instante decisivo que te fue arrebatado y al que te puedes aferrar, gracias a tu habilidad para tensar la emoción. Sinceramente me gusta más como abordas el reflejo del pasado, despojado de melodrama, con un estilo nada retórico que no amaga, sino que impacta y traspasa.

¡Ah!, y la banda sonora y los teloneros, fantásticos.



Un poema de Fernando Sarria:




Mi padre fumaba poco
y lo hacía en una pipa pequeña
y sencilla,que desgastada llegó a mi.
Es, junto con las fotografías,
la carta de amor que le escribió a mi madre
y su esquela, lo único que de él
he tenido entre mis manos.
Con aquella pipa empecé a fumar.
Era una extraña emoción sentir
cómo el humo llegaba hasta mi boca,
mientras la sostenía en mi mano
igual que tantas veces lo hizo él.
Fue lo único,que salvado el tiempo,
pudimos hacer juntos.

sábado, 5 de abril de 2008

Desnudo de Paciencia

No nos conocíamos, y seguimos sin conocernos.
A las nueve en punto, en el Páramo Rock Café,
estábamos cuatro gatos. Mientras pedía un Brugal
con Cocacola, a mi espalda escuché un, ¡hombre, Pepe!
de Manuel Forega que llegaba con una amiga gallega
muy guapa, despues de presentármela, me empezó
a hablar de lo interesante que iba a ser el IV encuentro
Peralejense de Pintura y Poesía, el 10 y 11 de mayo
y de las actillas del III encuentro. Curiosa palabreja,
"actillas": actas pequeñillas. Pero llegó el Gracia y otros
y se enrollo con ellos.

Octavio hizo su aparición, cargado con bolsas de aperitivos
y platos de plástico que empezó a llenar; patatas fritas,
cortezas, empanadillas y diversas comidas de boca.

¡Hey, Octavio!, ¿has traído libros?, dije yo. Me miró con cara de
quién es éste tío.

-Unos veinte, llevo en la cartera, dijo haciendo un boquete
en su ensimismamiento distributivo de crujientes.

Aquello se iba llenando de gente, de humo, y de sonrisas.
La mía (mi sonrisa) solamente apareció con el cheek to cheek
de Ana Muñoz y el hand to hand de Fernando Sarriá.
Doberka, con su voz de satén, sus manos de arcilla, y sus nalgas
frutales sobre un taburete se preocupaba por mi jeta seria.
-Serio por fuera, alegre por dentro, esa es mi cruz, Doberka.

A las once y algo, la guitarra sulfurosa de Mr Hide reverberaba
en mis orejas de Tiziano y aún no se atisbaba una sola flámula
de los versos de Octavio.

Fernando Sarriá, dijo que se iba a Pernambuco a por tabaco
y yo, que esa noche tenía cena "con velitas para dos, siempre con otra
amor, nunca contigo", salí detrás haciendo zig-zag, con el alma
desgarrada y el canesú contrariado. No podía esperar más ni tomar
el quinto brugal con cocacola.
Ya me compraré el libro en el fnac o donde pille.

jueves, 3 de abril de 2008

Presentación de POLVORA NEGRA


































Mateo Morral Roca, según la Wilkipedia, fue una anarquista catalán que consiguió la inmortalidad como responsable del atentado contra Alfonso XIII y Victoria Eugenia el 31 de mayo de 1906, el día de su boda.
Éste hecho, junto con las peculiaridades de la preparación del regicidio y la vida y andanzas del personaje, le ha servido a Montero Glez para hacer una novela histórica y así distanciarse de sus obras anteriores que eran buceos en los rincones negros del hampa, consiguiendo por ello ser reconocido y admirado como un escritor con lenguaje propio para el relato del crimen.
Por este último trabajo: PÓLVORA NEGRA, acaban de concederle el premio Azorín y yo me voy el día nueve a Madrid para estar con él en la presentación y pasar el día con los compañeros-as de su blog, LA TRINCHERA CÓSMICA, casi todos ellos, amantes y escritores de relatos del género Black o killing art según definió Raymond Chandler. A mi también me gusta la literatura que habla de la derrota y la decadencia, del bien y del mal, de criminales y víctimas, de envidias y odios, de amores y abusos. Lo que pasa es que la forma de describir de este Phillip Marlowe madrileño, y su ingenio poético, va más allá de la peripecia del mero suspense morboso del héroe y del antihéroe. Montero Glez es un genio incrustando lenguajes cómicamente sórdidos en individuos cuyo habitat natural son ambientes fumigados contra la honradez.





















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paquétecuento from 11 mar 2008


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