No te aproveches de mi posición fetal. Formo parte de los rastrojos de tu intemperie,
delante del quitamiedos, sin soltar la lengua para amortiguar imprudencias de cuneta.
No se puede manejar todo. No se pueden cortar trozos de vida
y unir por lo sano el ruido de unos besos en la boca.
Hay que perder, sea como sea.
Antes de contar historias, las vivía de forma discreta, controlando el hidrógeno
de las curvas, sin resaltar los títulos de crédito
de cada thriller, (you´r fighting for your life).
Ahora soy el hombre de los palillos que tiene en la orquesta una sola nota;
¡díinggg!
Doy un ding, y me largo como una polilla, con los hombros encogidos y cierta sensación
de desidia entre las manos.
Todo esto, tan pasajero, es una gilipollez, como no haberla acompañado tantas madrugadas
a ver esos amaneceres, donde la luz, barre sombras y sueños de pata negra.
Estar acurrucado entre las horas que le sobran a la noche, trenzado a ellas
en innumerables bises, tontamente alborozados con el mismo monólogo de siempre
mientras se descojona la luna, de ver tantos bulbos sonrosados poseídos, que vamos a toda hostia
sin ding ni dong.
7 comentarios:
grande!!!
(que riko vivir donde la luz barre sombras y sueños de patanegra)
Curiosa extrapolación de "sin ton ni son", y jing yang.
Un bulbo.
Don sin Din cojones en latín.
Pepe te sales... te sales para que entre otro poeta porque estando tú no cabe ni Dios.
Pues chico que yo soy muy antigua y tanto taco en un poema como que no me cuadra.
Buenos dias Pepe.
Montse.
será que a vece3s te jode la nostalgia...será...abarzos Pepe...casi te echo de menos.
Buen golpe. Ese poema debería recetarse para la hipertensión de lirismo pegajoso. Una píldora de sarcasmo antes de acostarse. Hermoso.
Sara.
¿Estais de vacaciones?
Que lo paseis muy bien si es asi
Me gusta leer vuestros relatos y poemas.
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