miércoles, 12 de marzo de 2008

Ingrávida pesadez

Esta tarde, en La Casa del libro, he comprado dos (dos libros, se entiende). Uno: Sauce Ciego, Mujer Dormida de Haruki Murakami y el otro: Nocilla Experience de Agustín Fernández Mallo.

He empezado a profanar los 350 gramos del primero y los 280 del segundo en el autobús, (cinco páginas de cada) y sé lo que pesan porque en el Panishop de la esquina, Marta, la dependienta que me entrega todos los días una barra de pan "espiga", los ha pesado. Ella es argentina, licenciada en filología inglesa y le gusta la poesía que llega al corazón, dejando antes unas marcas en el cuello, es una enamorada de los colmillos de Cortazar.

-Los libros pesan más o menos, conforme se van leyendo, dependiendo de lo que guste o disguste su lectura.

-Me ha dicho la rayuela panadera.

-Cuando vos los llevés por la mitad, verá que ha disminuido o aumentado su gramaje, que va cambiando el metabolismo de las páginas.

-Los libros tienen glándulas endocrinas y suprarrenales, tienen ovarios, testículos y segregan
gran cantidad de colecistoquinina mientras son leídos.

-Vale, pues pésamelos ahora, y veremos si es verdad eso que dices.

Me lo he tomado tan a pecho, que he bostezado con la boca cerrada durante las veinte primeras páginas del de Murakami, por si acaso alguna partícula de saliva se incrustaba en el papel.
Yo nunca había pesado un libro y para mí, que Marta es una cachonda mental que se ha querido quedar conmigo.
Estoy como loco, tocando todos mis libros a ver si noto algo.

¿Alguno de vosotros tiene algún libro que se haya convertido en bulímico o anoréxico después de ser leído?, se os ha caído alguna estantería de vuestra biblioteca al reponer el ejemplar recién terminado?.

10 comentarios:

Fernando dijo...

ja,ja..la rayuela panadera..eres único..abrazos.

Carmen Aliaga dijo...

...la rayuela panadera, el libro en la balanza de la panadería...dos o tres meses (que parecen siglos) sin apenas sonreír...y, tu pluma, ha conseguido hacerme recordar el gesto olvidado.
gracias, Pepe.

Anónimo dijo...

Bueno Pepe, no te enrolles tanto con la literatura y cuéntame a ver si hubo gravidez con la viagra femenina extrior.
Cuéntamelo en forma de poema, y si no te importa lo mandas a mi blog.
Allí están las pequeñas bases para el próxino concurso del poema titulado SOBRE EL SOBRE.
Alguno ya ha dejado su poema el el LIRÓFORO.sE PUEDE DEJAR DONDE SE QUIERA, BLOGIARIO, LIRÓFORO...
Por cierto quedan invitados al concurso todos los poetas blogiarios o no.
Sagrario Manrique.

pepe montero dijo...

La rayuela panadera, es una pasada de tía.

Pues te diré, Sagrario. El martes al ir a acostarme con Concha, eché mano al bolsillo trasero, que es donde puse el sobrecito de "Donna Crémme" y allí no estaba. En su lugar empleé mi famoso puntero lingual, el que uso para trazar haikus vaginales, y...lengua...digo, mano de santo.
El sobre lo acabo de encontrar. Ya te contaré algo sobre el sobre.
Ya lo dijo el profeta: dejád que las chicas se corran primero.

Anónimo dijo...

dónde coño está la casa del libro?

soy tonta, pepe, soy tonta.

lué te respondo a la pregunta bulímico-anoréxica-literaria. ahora me voy a comer!


muak!

pepe montero dijo...

¿La casa del libro?: C/San Miguel, junto al Corte Inglés. ¡Anda queee!

NINGUNO dijo...

ENCICLOPEDIA DE LA CARNE

“Esto, las piras de libros, no forma parte de la memoria de la ciudad… por eso el fuego va lento, porque tiene que vencer la resistencia, la impericia de los incendiarios, la falta de costumbre de que ardan los libros…”
(Manuel Rivas “Los libros arden mal”)
Siempre que leo un libro, me produce un placer especial el descubrimiento del momento, la frase, la expresión, en la que coloca el autor el título de su obra; es como una búsqueda, o mejor un encuentro gozoso, el lugar para la sorpresa, la perla escondida en la concha de la creación. En este caso, Manuel Rivas habla de la quema de libros y señala una fecha 19 de agosto de 1936 … no tiene nada que ver pero el 19 de agosto es la fecha de mi cumpleaños… y cita expresamente un mazo de folletos, de “carne fresca” en referencia a una bañista que aparece en la portada y poco después ¡La enciclopedia de la carne!”
“La cabeza imagina entonces un gran tratado de lujuria… el falangista le da una patada con la puntera de la bota… la huella visual de lo que surge a doble página es un mapa peninsular con las provincias de España. Enseguida se ve que en realidad se trata de la ilustración del despiece de una vaca. El lomo, el solomillo, el jarrete, la rabadilla, el redondo, la aguja, la falda…”
(Manuel Rivas “Los libros arden mal”)

Anónimo dijo...

Del Murakami te diré que sus libros van perdiendo peso porque uno va arrancando hojas para limpiarse el trasero en caso de escasez scotiana (vamos, que si te falla el scotex en el güáter). Con respecto a Mallo a mí "Nocilla Dream" no me acabó de desencantar del todo pero tampoco de encantar, así que con "Nocilla Experience" te recomiendo que te lo leas a la hora de las meriendas untando pan con Pralín y dejándote las marcas en las hojas para que así vaya tomando consistencia el volumen y la tarde. Que sepas que te envidio, sobre todo por el Pralín más que por otra cosa. Aunque con Mallo no me quiero cerrar en banda. Todavía le doy otra oportunidad.
En cuanto a esa tesis de Marta que hace referencia a Cortázar la suscribo con creces. No sólo eso, sino que la complemento diciendo que en mi caso todo lo que hace abultar a una buena novela es porque se lo resto a una mujer. Así pues me voy dejando la saliba en sus bordes, las huellas digitales en todas las esquinas y el tiempo. Je... el tiempo... Cómo pesa el tiempo... y cómo pasa, también

Anónimo dijo...

Mi libro de Mala gente que camina (Benjamín Prado) se devoró a sí mismo en un acto de onanismo antropofágico. Es taaaaan autocomplaciente...

Anónimo dijo...

Manuel Rivas..., no he leído el famoso libro pero sí críticas a favor y en contra. Artículos suyos que me gustan, los que están aligerados de política que en la cotraportada de El País, son pocos. Por lo tanto, Child y Mariano, sólo agradecer vuestros ámplios comentarios.

Mala Gente Que Camina, no, nada de Benjamin Prado, pero eso del onanísmo, antropofágia y autocomplacencia, me suena tan, pero tan próximo.

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paquétecuento from 11 mar 2008


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