Fallaste, corazón

Vamos a ponernos tristes.
En la mezquina barriga de enero
huele mal , huele a meada contenida;
a esa piel de pandereta sin curtir
que es la muerte.
El corazón ya no le pertenece,
se le quedó atrapado
en el solsticio del último poema,
en el agujero negro de la guitarra,
en la frontera de un acorde del Niño Josele.
Vamos a ponernos tristes
matando el jolgorio del sol
con un whisky con hielo
mientras él llega "a la esquina de su boca".
Cuando yo ya no sepa qué hacer
me iré a buscar los rumores desprendidos
de su divinidad sin comedia.
"Un hombre nunca sabe qué pasado le espera",
porque los pasados los carga el diablo
travestido de Dostoievski, de Chéjov o de Stendhal.
Vamos a ponernos tristes
y a chupar metáforas de sus tetas de ama de cría,
a mamar "el éxito de todos los fracasos",
a arrancarnos la cordura de cuajo.
No te añoraremos,
quedará tu fantasma en el techo
de un mar de naranjas saladas
para que nosotros, los imbéciles,
sigamos imitando el eco de sus cadenas.

Pepe Montero
Oda a Ángel Gonzalez