Aún estaba ingrávido en tu vientre
y mis células ya adoptaban actitudes
comprensivas.
Salí de esa mansión amniótica
ensimismado de tu paz post-parto.
Dicen que de padres gatos hijos
misinospero yo no heredé tus rebeldías.
Me
pariste un tanto amorfo
y desde ese instante
me cuesta asombrarme de las cosas asombrosas.
Ahora tienes ochenta y seis años
y el coral de tu cadera devastado;
un dolor a plazos que te abre en canal
y un rastrojo de nieve en tu hermosura.
Mientras, yo, sigo apilando pachorra;
como crisol de tu sangre
como copa de tus lágrimas
como raptor de tu juventud
como asidero insulso
e impotente
que te pone y te quita de la silla de ruedas
6 comentarios:
Querido pepe, te creías que no iba a venir, jeje, pues ya ves, aquí estoy para enhorabuenarte; sobre todo, eso ARTE, que lo tienes y mucho, pero ¡ay!, me gusta mucho más la risa que el llanto (le sienta mejor a mi semblante)y sin embargo entro, veo la foto de tu madre y...¡lamadrequeteparió!, que bonita ella y que emocionantes versos los que le dedicas.
Me extendí demasiado, pero hijo, que quieres, a veces soy excesiva.
Un besazo y felicidades por tu nueva "casita".
Sagrario.
No te he oido al entrar, estaba en el más allá diciéndome algo a mi mismo pero ahora no recuerdo lo que era, ¡ah, sí! estaba tumbado en la cama con la tele de fondo y semidormido, las manos cruzadas en el pecho y pensaba, pareces un fiambre pepito.
Pues mira, Sagrario se me acaba de ocurrir que mi próxima entrada en el blog empezará asi:
Estaba en el más allá diciendome algo a mi mismo...
Este poema precioso. La foto de tu madre, me gusta su sonrisa me alegro tanto de que hayas sabido pensar en ella tan bien!
Gracias, emma. A ellas debemos nuestra existencia física y química.
Bueno, Pepe:
Ya era hora, porque un tío como tú se merecía un sobrino-blog como éste. Me alegra.
Ya le irás cogiendo el gusto y el gusanillo.
Si quieres te pongo un enlace en mi blog, por aquello del corporativismo ... y es que es muy sencillo abrir el blog y de paso abrir las ventanas de las casas de los amiguetes.
Bienvenido y buenos vientos!
Un abrazo
Mariano Ibeas
¡Marianoooo!. Inmediatamente te pongo. ¡joder, que alegría!, te pongo y sin semáforos en ámbar. Siempre cedo el paso a los muchos octanos de un gran poeta. Yo soy un indigente y tu siempre vas cargado de selecta comida literaria. SE TE ECHA DE MENOS POR LA TERTULIA,
Otro abrazo.
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